El sector agroalimentario español aumenta su valor añadido un 3,9%

El sector agroalimentario español aumenta su valor añadido un 3,9%



El sector agroalimentario español aumentó en 2024 su valor añadido un 3,9%, hasta los 125.160 millones de euros, frente a la caída del -2,9% de media en la Unión Europea. Es uno de los datos del Observatorio sobre el sector agroalimentario español en el contexto europeo de Cajamar, elaborado por Joaquín Maudos y Jimena Salamanca, especialistas del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas.

Cajamar presentó este informe en un acto en el que, además de los autores, participaron el presidente de Cajamar, Eduardo Baamonde; la secretaria general de Recursos Agrarios y Seguridad Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Ana Rodríguez; y el director de Estudios y Publicaciones de la Fundación Grupo Cajamar, Ignacio Atance.

Durante la presentación de las principales conclusiones del estudio elaborado por el Ivie, Joaquín Maudos destacó el crecimiento en un 3,9% del valor añadido bruto (VAB) que aportó el sector agroalimentario a la economía española, hasta alcanzar los 125.160 millones de euros en 2024. Este fuerte incremento, 7 décimas por encima del total de la economía, contrasta con la caída del -2,9% que sufrió el sector en el conjunto de la UE-27. Así, España se mantiene como la cuarta economía en tamaño del sector agroalimentario de la UE-27 y genera el 12,3% del VAB comunitario del sector.

El resultado tan favorable en 2024 se explica, en gran medida, por el 8,3% de crecimiento del VAB del sector primario, que compensa el aumento más limitado del valor de la industria de la transformación de alimentos y bebidas (2,7%) y de la comercialización de productos agroalimentarios (0,1%). En conjunto, los tres subsectores que forman el agroalimentario español (primario, industria y comercialización) aportaron el 8,6% del PIB de la economía española en 2024 y el 11,5% del empleo. En concreto, generaron un total de 2.510.035 empleos en 2024, un 1,4 % más que el año anterior. Casi la mitad de estos puestos de trabajo se concentra en la comercialización, mientras que el 30,5% se dedica al sector primario (agricultura, ganadería y pesca) y el 19,8 % trabaja en la industria de la alimentación, bebidas y tabaco.

El relevo generacional y la menor proporción de mujeres siguen siendo dos de los principales retos

El peso destacado del sector en el empleo no esconde algunas debilidades que muestra el informe, como la menor presencia de las mujeres (solo representan el 31,3% del empleo del sector primario y la industria de la transformación de alimentos y bebidas en conjunto, frente al 46,4 % que suponen en el total de la economía) y el reto del relevo generacional (el 37,6% de las personas que se dedican a la actividad agroalimentaria, sin considerar el comercio, en España tiene cincuenta años o más, un porcentaje que se agudiza en la UE-27 al alcanzar el 40,5%).

Un rasgo distintivo del sector agroalimentario español es la importancia que tiene como pilar de las exportaciones nacionales. El sector agroalimentario registró un nuevo máximo histórico al incrementar sus ventas al exterior un 5,9% en 2024, hasta los 76.356 millones de euros. Un crecimiento que, a diferencia del año anterior, se basa mucho más en el aumento del volumen de productos exportados (4,4%) que en la subida de los precios.

Con estas cifras globales, el sector agroalimentario aportó el 19,5% del total de exportaciones de bienes de España, un punto más que en 2023 y el peso más alto entre las economías exportadoras europeas. España se consolida también como la cuarta economía exportadora del sector de la UE-27 y logró un superávit de 18.776 millones de euros en 2024, que supone un 19,9% más que el año anterior. Se trata del segundo superávit más alto de la UE-27, solo por detrás de Países Bajos y dejando a Polonia en tercera posición.

El principal mercado de los productos agroalimentarios españoles continúa siendo la UE-27, que concentra el 67% de las exportaciones. Francia (15,2%), Alemania (11,3%), Italia (10,5%) y Portugal (10,4%) absorben casi la mitad de esas ventas. De los mercados extracomunitarios, destaca Reino Unido, con una cuota del 6,7%. Fuera de Europa, Estados Unidos afianza cada vez más su posición como el segundo mayor destino extra-UE, debido a la ininterrumpida pérdida de cuota de mercado de China.

Las frutas y frutos comestibles son el principal producto agroalimentario de exportación y suponen el 14,7% del total exportado en 2024.

Las exportaciones del sector agroalimentario alcanzaron los 76.356 millones de euros, un nuevo máximo histórico

En 2024, el sector agroalimentario español fue un 14,4% más productivo que el de la UE-27 y esta cifra aumenta hasta el 41,9% si se excluye el comercio. Esta elevada productividad se traduce en una mayor competitividad, ya que el coste laboral por unidad de VAB del sector en su conjunto es un 19% más reducido que el de sus competidores europeos.

De los tres subsectores agroalimentarios, el primario continúa destacando en competitividad respecto la UE-27, con unos costes laborales por unidad de VAB un 56% inferiores. También la industria es un 19% más competitiva que la europea. Sin embargo, la comercialización se muestra un 24% menos competitiva. La mayor competitividad del sector se mantiene cuando la comparativa es con los sectores de la UE-14, con un coste laboral por unidad de VAB un 18% menor. En el ranking de los países tanto de la UE-27 como de la UE-14, el sector agroalimentario español es el cuarto más competitivo, liderando la clasificación en el caso concreto del sector primario.

La inversión empresarial en I+D es uno de los factores que puede incidir en una mejora de la productividad y competitividad. En 2024, después de dos años consecutivos de caídas, esta inversión creció un 5,8%. Pese a este crecimiento, su peso en el total de la inversión empresarial en I+D efectuada en España sigue siendo baja, solo un 3%.

El esfuerzo inversor (porcentaje de la inversión en el PIB) del sector agroalimentario español se mantiene por debajo del de la UE-27 y se situó en el 0,55%, frente al 0,8 % de media en la UE-27. Sin embargo, España lidera la ejecución de proyectos dentro del foro EU-CAP Network en 2024, con un total de 244 proyectos de los 973 desarrollados en la UE-27. Además, sigue siendo el séptimo país de la UE-27 con mayor inversión en empresas tecnológicas del sector agroalimentario, con un aumento del 13% en 2024.

La tasa de inflación anual cerró en el 1,8%, frente al 7,3% de 2023 y el 15,7% de 2022. Teniendo en cuenta tanto los precios como la capacidad adquisitiva de la población, casi la totalidad de los bienes que conforman la cesta de la compra de los hogares son más baratos en España que en el conjunto de la UE-27, a excepción de las bebidas no alcohólicas, que son un 1,6% más caras.

Por su parte, los hogares españoles destinaron el 19,6% de su cesta de la compra a la adquisición de alimentos y bebidas en 2024, 1,2 puntos porcentuales más que en el conjunto de la UE-27.  En cuanto al gasto per cápita en alimentos y bebidas en España, alcanzó los 2.510 euros en 2023, un 13 % menos que en la UE-27.

Para Joaquín Maudos, director del informe, “los datos del estudio confirman un año más la buena salud del sector agroalimentario español en el contexto de la UE, así como la importancia que tiene en la creación de riqueza (VAB y empleo) en España. Su elevada competitividad implica que es capaz de generar valor con menos costes que sus competidores europeos, siendo de destacar sobre todo el sector primario, que es el más competitivo de la UE-27. Gracias a esa elevada competitividad, es capaz año tras año de aumentar sus exportaciones. Entre los retos a los que se enfrenta el sector, destacan los estructurales (reducido tamaño de las empresas o el envejecimiento de la mano de obra), económicos (mejora de la rentabilidad, retención y atracción de mano de obra), medioambientales (sostenibilidad) y sociales (nuevas demandas más sofisticadas de unos consumidores más preocupados por el medio ambiente)”.

El Observatorio Agroalimentario Cajamar

La edición 2024 supone la octava entrega de un documento que cuantifica de manera conjunta todas las ramas productivas definidas en el sector agroalimentario y examina, con datos actualizados, todas sus características a través de una decena de puntos de vista: estructura agraria; demografía empresarial; valor añadido y producción; empleo; productividad y competitividad; precios y cesta de la compra; comercio exterior; inversión en I+D, y retos de futuro.

El informe pone el foco en la comparativa internacional, lo que permite enriquecer el análisis del sector. Además, contempla todas las etapas de la cadena de valor, incluyendo el sector primario, la industria de la transformación y el sector de la distribución de productos agroalimentarios (tanto la distribución mayorista como minorista).

El estudio se completa con la elaboración de unas fichas con información detallada para los 24 sectores productores de bienes agroalimentarios más relevantes.





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