el riesgo de aceptar dinero como regalo por cambiar de banco

Cambiar de banco de forma frecuente en busca del mejor postor se ha convertido en un hábito para los consumidores. Si los españoles antes eran algo más reticentes, sobre todo por el lío que conllevaban los recibos y en algunos casos por una cuestión puramente sentimental, en la actualidad, con la proliferación de la banca online se han simplificado mucho los procesos y ya no supone ningún esfuerzo adicional mover tus ahorros a otra entidad financiera. 

Este nuevo contexto ha generado una mayor competencia entre los bancos que se ha materializado en el lanzamiento constante de promociones para lograr atraer a nuevos clientes. Uno de los ‘ganchos’ que más seduce a los consumidores es el de recibir dinero en tu cuenta corriente como regalo. Las cantidades suelen partir de los 250 euros brutos, pero pueden incluso superar los 700. 

«Son promociones exclusivas para nuevos clientes, si ya se es cliente de esa entidad no puede aprovecharse la oferta», señala la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que explica que «los regalos promocionales suelen estar sujetos a un periodo mínimo de permanencia y al cumplimiento de ciertos requisitos» y que «el banco puede cambiar las condiciones de la cuenta en cualquier momento, siempre que informe con una antelación no inferior a dos meses». 

De esta forma, cada banco exige las condiciones que considera para poder beneficiarse de sus promociones, como la domiciliación de la nómina y algunos recibos o la permanencia en la entidad durante un tiempo determinado, normalmente entre 12 y 48 meses. 

Por eso, explican desde el comparador financiero HelpMyCash, «es importante que leas la letra pequeña de cada promoción y compruebes si puedes cumplir los requisitos que te exige el banco», así como «valorar también si vale la pena cumplirlos y no son demasiado exigentes». 

El problema surge cuando dejas de cumplir los requisitos que has aceptado previamente: «Cuando firmas el contrato de una cuenta nómina con regalo, aceptas una serie de condiciones específicas que debes cumplir durante un período de tiempo determinado. Si, por ejemplo, te comprometes con tu entidad a mantener un saldo medio determinado o a domiciliar una nómina de un importe mínimo y luego no lo haces, tendrás que asumir una penalización que dependerá de lo que conste en el contrato. Puede ser, por ejemplo, que tengas que reembolsar el importe íntegro del regalo recibido».