El paso de la dana por Aragón: las tormentas echan a perder la mitad de la cosecha de cereal en Tarazona
A su paso por Aragón, la dana llenó de agua las calles de municipios como Tarazona, Grisén o Pedrola, entre otros; destrozó caminos y arrasó con campos. Ahora, con un ambiente más calmado después de que este domingo se redujera al mínimo el nivel de emergencia y se desmovilizara a la UME, los agricultores trabajan en cuantificar los daños que han dejado las tormentas en sus campos y huertos, muchos destrozados por las fuertes lluvias.
José María Alcubierre, secretario general de UAGA (Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón) explica que cayó pedrisco en distintos puntos de la comunidad dejando afecciones distintas en función de la zona. «No tenemos los daños cuantificados todavía. Ha habido partes en las que la piedra fue puntual, en unos pocos kilómetros», señala. El granizo afectó principalmente a los campos que no estaban cosechados. Alcubierre cita, entre otros, el caso de Calatayud, donde ha repercutido en «viñas y frutales»; el de Teruel o el de Tarazona. En este último, indica, «aunque ya había parte cosechada, ha habido problemas».
Diego Cobos, concejal de Agricultura del Ayuntamiento de Tarazona y agricultor, lo confirma: «Esto (la dana) nos ha fastidiado más de la mitad de lo que quedaba por recoger». Cobos explica que los agricultores estaban en la campaña de recolección del cereal. «La mitad de los campos que quedaban por cosechar están dañados al 100%. Hay una pequeña zona en la que no ha caído nada y, en el resto, hay un 20 o 30% de daños», lamenta. Según cuenta, esta estaba siendo una temporada «histórica» por las lluvias de primavera, que llegaban después de dos años de sequía. «Ha sido dantesco. Hay gente que está valorando si seguir en el campo o no», subraya.
Y la dana no solo ha afectado al cereal. «Estábamos con el cultivo de verano del maíz y se ha estropeado el 80% de la superficie total de Tarazona«, señala Cobos. También se ha visto perjudicada la cosecha del almendro y del olivo. «Hay un par de empresa de verdura ecológica que han perdido todo», añade, y menciona también los huertos particulares, que están «destrozados»; los daños en un cerezo del que, por suerte, ya se había recogido el fruto, y afecciones en unas choperas.
Cobos subraya que no había visto nunca «una tormenta tan virulenta que hubiera cogido tanta superficie«, y recuerda la que se produjo en 1988. «Esta vez fue cinco o veces más», asegura. El pedrisco, que tenía un diámetro «como el de un euro», fue la principal causa de los destrozos.
Tanto Alcubierre como Cobos ponen también el foco en estructuras rurales, caminos y accesos. «Lo principal es el acceso a las granjas, a los caminos rurales, etc. Tenemos que mirar que no haya ningún problema con el agua y la luz en las granjas», señala el secretario de UAGA, y añade: «Los problemas que creemos que van a ser frecuentes son estos porque ya nos han mandado fotos de caminos destrozados».
Y, de nuevo, lo corrobora Cobos. «Regamos a manto y el agua viene a través de las acequias, que están obstruidas por la dana. En los caminos ha hecho canales y por algunos no se puede pasar porque han caído ramas», detalla. Por eso, la situación para los agricultores es, en palabras de Cobos, «de tristeza e impotencia». «Es muy triste lo que ha ocurrido. Hemos estado todo el año cuidando la cosecha y cuando ha llegado el momento de recogerla todo se ha venido abajo», expresa.
Cobos solicita la ayuda de las administraciones, que especifica que ya «se han volcado» con ellos. «Esto es de lo que comemos y no sé qué vamos a hacer», dice. A partir de este lunes se podrán a trabajar y solicitarán la ayuda de la Diputación Provincial de Zaragoza y la presencia del consejero de Agricultura del Gobierno de Aragón, Javier Rincón, para que vea lo sucedido.
El proceso llevará tiempo y contabilizar todos los años es, según indica Alcubierre, un trabajo que se deberá hacer «poco a poco» después de «poner todo encima de la mesa». Las labores comenzarán este lunes, cuando los agricultores ya podrán empezar a evaluar con más detalle las afecciones generadas por la dana que este viernes y sábado llevó a la Aemet a activar el nivel rojo en dos momentos distintos -pasadas las 23.00 horas del viernes en la Ribera del Ebro y sobre las 13.00 horas del sábado en el Bajo Aragón- y al Gobierno de Aragón a mandar una alarma masiva (ES-Alert) a los móviles de la población de las zonas de riesgo.













