El palo de Gonzalo Bernardos a los que se quieren jubilar con 55 años: «Yo quiero medir 1,90, ser rubio y tener ojos azules»

El palo de Gonzalo Bernardos a los que se quieren jubilar con 55 años: «Yo quiero medir 1,90, ser rubio y tener ojos azules»




El reputado economista cree que «no hay más remedio que jubilarse más tarde»

Miércoles, 13 de agosto 2025, 13:11

El reputado economista Gonzalo Bernardos tiene una mala noticia para los trabajadores que están más próximos a la jubilación. El profesor de la Universidad de Barcelona considera que «no hay más remedio que jubilarse más tarde» que los 65 años marcados en estos momentos por la legislación.

¿El motivo? «Un agujero del sistema de pensiones de 65.000 millones de euros que terminará subiendo», predice en la revista Lecturas. La solución, para este economista, pasa por aumentar la edad de jubilación: «El gran problema es que gente que tiene 55, 56 o 57 años te dice que está harta de trabajar y quiere jubilarse y yo les digo que quiero medir 1,90, ser rubio, tener ojos azules y volver a tener 20 años». «No es posible», apunta.

Bernardos hace mención en el citado medio a la medida que se plantea en Dinamarca de llevar la edad de jubilación a los 70 años en 2040. El economista solo ve una posibilidad de que la edad de jubilación no se dispare hasta ese límite en España, y es «el grandísimo incremento de la productividad derivado de la Inteligencia Artificial». Aun así, este factor tampoco sería «suficiente», a su juicio, «como para pagar las pensiones públicas».

El profesor catalán es pesimista respecto al futuro del actual sistema de pensiones tras la reforma ideada por el ministro José Luis Escrivá. «No ha mejorado la sostenibilidad de la Seguridad Social, la ha empeorado. Piensen en lo que va a venir. Y no van a ser buenas noticias», llegó a decir al respecto cuando se aprobó la norma.

La siguiente generación llamada a jubilarse es la conocida como ‘baby boom’. «Somos muchos a jubilar, con carreras profesionales que la mayoría están bastante bien…», advierte este economista, que pone en el punto de mira a los jóvenes por priorizar el ocio al trabajo. «Los empleadores me comentan que no les preguntan por la carrera profesional, sino si podrán teletrabajar o si tendrán el viernes por la tarde libre».

De esta actitud culpa a los padres. «Tú solo puedes ser feliz si conoces la desgracia. Si no conoces momentos desagradables no puedes valorar suficientemente la felicidad. Al joven has de dejarle que vuele solo y no puede estar sobre las alas de mamá permanentemente».



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