El Gobierno rescata un decreto antiapagones aguado tras la derrota en el Congreso

El Gobierno rescata un decreto antiapagones aguado tras la derrota en el Congreso




El Gobierno se las prometía felices con su ley antiapagones. De manera formal, el real decreto ley 7/2025 para el refuerzo del sistema eléctrico contaba con el apoyo unánime del sector energético. De hecho, sorprendía tanto consenso frente a una norma del Ejecutivo. Por ello, como si fuera el paso de una estrella fugaz, todos desearon con fuerza que saliera adelante. Sin embargo, Podemos pinchó el globo. Ahora se intenta a la desesperada salvar algunas medidas. Otras —quizá demasiadas— han caído en el olvido.

La formación morada fue la primera en desmarcarse. No quería beneficiar a las grandes empresas energéticas con este real decreto ley. Y el día de la votación el drama se amplió. Socios de investidura como Junts también mostraron su negativa el día de la votación. Mientras, Vox se daba por sentado su postura en contra; y el Partido Popular no titubeó al dejar caer la norma cuando se había convertido en la única esperanza.

Fue un auténtico mazazo para el sector energético que, de inmediato, exigió al Gobierno que consiguiera recuperar la ley. Desde el Ejecutivo asumen que recomponer el RDL 7/2025 bajo los mismos parámetros encontraría el mismo muro en el parlamento. Para ello, desde el Ministerio para la Transición Ecológica han decidido buscar refugio en la figura del real decreto. Más o menos igual de efectivo, pero con menos trabas para su aprobación. Sin embargo, la letra pequeña que acompaña a esta mudanza legislativa se traduce en una norma descafeinada.

De hecho, en la ‘Memoria del Análisis de Impacto Normativo’ que ha tenido que publicar el Gobierno se deja muy claro que «las medidas que se han adoptado son aquellas que pueden ser adoptadas con rango reglamentario o se han adaptado o limitado para adecuarse a este rango».

Normas que desaparecen

El problema del real decreto es que no puede superponerse a leyes ya vigentes. Por eso, el Gobierno se ha disfrazado de jardinero y ha empleado las tijeras de poda en asuntos esenciales para algunos negocios.

Por ejemplo, se ha fulminado la reactivación del mecanismo de apoyo para garantizar la competitividad de la industria electrointensiva. Esta medida, con efectos desde el 23 de enero de 2025 y hasta el 31 de diciembre de 2025, pretendía aplicar un mecanismo de apoyo a la industria electrointensiva consistente en una reducción en la factura eléctrica del 80% del coste correspondiente a los peajes de acceso a las redes de transporte y distribución de electricidad aplicables en cada momento. En el nuevo real decreto no se ve nada al respecto.

También se modifican las nuevas tipologías de autoconsumo. Se trataba de algo esencial porque, entre algunas causas transversales sobre el apagón, este tipo de tecnología fue señalada.

Y el reguero de medidas que han desaparecido afectan a la flexibilidad del sistema, la figura del agregador independiente. Incluso, también se ha sacado las medidas que iban encaminadas al impulso de la aerotermia y geotermia.

En cuanto a lo que se mantiene, los mandatos que había hacia la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y Red Eléctrica para los análisis de sistema y control siguen siendo clave. También se encuentra el almacenamiento como una de las figura centrales en esta norma. Aunque no será suficiente.



Fuente