El frenazo de las ofertas de empleo anticipa el enfriamiento salarial en la zona euro


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En los últimos dos años, el mercado laboral de la zona euro y el español han vivido un inesperado repunte de las tensiones salariales que ha superado con creces las disposiciones de la negociación colectiva. Esto ha llevado a poner el foco en los sueldos recogidos en las ofertas de empleo para arrojar luz sobre la brecha entre lo que se pacta en convenio y lo que las empresas pagan realmente. Pero en los últimos meses esta referencia ha sufrido un importante retroceso, incluso desplome en países como España, que apunta a un claro enfriamiento de la situación.

El metabuscador de ofertas de empleo Indeed ha realizado una revisión del indicador de salarios que lleva publicando desde hace año y medio para incorporar nuevas fuentes de datos y garantizar la homogeneidad las metodologías entre países. Este trabajo, en principio de carácter técnico, ha servido para revelar que la desaceleración de los salarios en las vacantes ha sido mucho más intensa de lo que se venía viendo en los últimos meses. Especialmente en nuestro país.

Así, los sueldos recogidos en las vacantes publicadas en España han pasado de subir un 5,97% (dato que en su momento fue el más alto de la zona euro) a hacerlo apenas un 2,87%, el menor incremento después de Francia (2,7%). También queda muy por debajo de lo que recogen los convenios colectivos de nueva firma, que llegan al 4,13%, el mismo nivel que en 2023, que a su vez fue el dato más alto de la serie histórica. Pero la media de todos los convenios (que incluye los firmados en años anteriores) se mantiene en el 2,96%, por debajo del récord del 3,64% con el que cerró 2023.

La media de la zona euro se sitúa en el 3,41%, un dato a la baja que también queda por debajo del 4,69% de incremento interanual de los salarios publicados en convenio que recoge el BCE. De hecho, solo Países Bajos mantiene una tendencia al alza, alcanzando un 7% interanual. Se da la circunstancia de que las empresas holandesas compitieron durante 2023 con las españolas como las que más mejoraban los sueldos para sus candidatos, si bien las segunda no han podido mantener ese ritmo.

La pregunta que surge ante estos datos es si pueden indicar una tendencia a la moderación en otras métricas de la evolución salarial, como los convenios colectivos, y de ahí a los salarios ‘reales’. Una cuestión que ha estado en el ojo del huracán de la política monetaria en los últimos dos años, en el marco del debate sobre las medidas para contener la inflación.

El peso de los convenios

En un principio, el Banco Central Europeo que no preveía un impacto tan profundo en la inflación como en Estados Unidos del recalentamiento del empleo y los salarios tras la pandemia. Confiaba en que el impacto combinado de las medidas para hacer frente a los estragos de la pandemia, la intensa recuperación de la actividad y una creciente dificultad para encontrar trabajadores en sectores críticos se compensaría por un mayor peso de la ‘negociación colectiva centralizada’, cuyo diseño resta volatilidad al incremento de las nóminas.

Pero lo que parece haber ocurrido es lo contrario. El índice de compensación por empleado que elabora el organismo que lidera Christine Lagarde está en máximos históricos en la zona euro (España incluida), y parece haber ‘arrastrando’ al alza a los convenios. Esto se ve más claro en ya mencionado indicador de «salarios negociados’ ha alcanzado un histórico 4,69% en el primer trimestre. Aun así, ambas métricas siguen quedando por debajo de los incrementos registrados en las retribuciones, que superan el 5,6%.

Aunque es lógico que exista una brecha entre los salarios efectivamente abonados y la retribución pactada en convenio, hasta la pandemia la evolución era mucho menos dispar en la zona euro. Entre 202 y 2021 se produjo una fuerte caída de las retribuciones seguida de un intenso rebote en las retribuciones. Pero esto entraba dentro de lo previsible. Lo que no se esperaba es que dos años después la situación siguiera lejos de volver a la normalidad, mientras la inflación se disparaba.

Esto ha llevado al BCE a analizar las causas y efectos del ‘sobrecalentamiento’ del mercado laboral que lleva a que muchas empresas paguen más de lo que se negocia en los convenios, que están ligados a la inflación, para atraer candidatos y retener trabajadores. Y encontró la herramienta propicia en el indicador de Indeed. Su evolución confirma que entre mediados de 2021 y mediados de 2023, coincidiendo con el auge de la crisis inflacionaria, las empresas estaban disputas a pagar más para contratar que lo que estaba recogido en los convenios.

La interpretación del BCE es que los incrementos salariales en las ofertas contribuyeron a lastrar la ‘normalización’ de las retribuciones tras la pandemia que afectó a la inflación y acabó arrastrando a los convenios. Este es un problema, porque la negociación colectiva, que se pacta a medio y largo plazo (por ejemplo, en España alcanza los tres años de media) genera una tendencia que es más difícil revertir que en países con una negociación entre empresas y trabajadores más dinámica, como Estados Unidos.

Así, aunque el mercado laboral se enfríe (y las ofertas para contratar se moderen), los convenios lastran la capacidad de adaptarse a las empresas. En otras palabras, ha acabado ocurriendo exactamente lo contrario que barajaba el BCE en un principio. Por ello el supervisor bancario ha vivido casi un año bajo el temor a que esta inercia protagonizada por los convenios disparara los efectos de segunda vuelta que hagan la inflación incontrolable.

Sin embargo, los últimos datos de Indeed dan señales de ‘confianza’. No parece que las empresas tengan interés alguno en volver a la guerra salarial por captar trabajadores, ni siquiera aquella que siguen denunciando una preocupante falta de mano de obra, como las alemanas, que lideraban esta apuesta hace año y medio. Esto apunta que los convenios pueden recuperar su papel moderador. Lo que facilitará mucho las cosas para el BCE.

¿España es diferente?

A priori, nuestro país, con la mayor tasa de paro de la Unión Europea (el único donde se mantiene en doble dígito) y la menor tasa de vacantes, debería ser inmune a cualquier ‘sobrecalentamiento’ del mercado laboral. La variación de las retribuciones de los empleados es más volátil que en la zona euro, a lo que contribuye la estacionalidad del empleo. Pero también influyen decisiones políticas como la subida del SMI, que ha repercutido especialmente en sectores intensivos en el uso de mano de obra como la hostelería.

Aun así, los problemas para encontrar mano de obra han golpeado a multitud de sectores como el comercio o la tecnología, que son los que, además, más oferta de empleo publican en los portales y fuentes que Indeed utiliza para su análisis. Esto lleva a que la evolución de los salarios recogidos en las vacantes muestre una visión más clara del sobrecalentamiento laboral justo ahí donde se produce.

Esto ha llamado la atención incluso del Banco de España, que ha utilizado los datos del metabuscador en sus análisis sobre los efectos de la mano de obra en los precios. Sin embargo, los datos revisados rebajan la intensidad de este repunte como algo mucho más esporádico de lo que se temía.

La consecuencia, como en la situación previa a la pandemia, es que la evolución de los salarios reposa más sobre los convenios que sobre factores ‘exógenos’ a la negociación colectiva, como la supuesta falta de mano de obra que obliga a subir más los salarios de lo que dictan los convenios entre patronal y sindicatos. En este sentido, la evolución en España parece dirigirse a un enfriamiento de los salarios según la inflación se modere, en línea con el resto de la zona euro.

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