El cierre de oficinas bancarias se frena, pero en cinco años se redujeron un 25%
La frustrada opa lanzada por el BBVA al Banco Sabadell no alterará, al menos de momento, el mapa financiero estatal y, en consecuencia, no se activará una reestructuración de las sucursales bancarias que ambas compañías tienen desplegadas por el territorio, que en el caso de Vigo suman un total de 19, según los datos que recoge el Banco de España al cierre del primer semestre del año.
Un éxito en la operación hubiese supuesto con total probabilidad, a corto o medio plazo, que Vigo bajase por primera del centenar de sucursales bancarias repartidas por la ciudad, después de un continuo goteo de cierres durante la última década que ha supuesto pasar de las 204 oficinas abiertas hace una década a apenas 107 en el presente año, cerca de un descenso del 50%. Aproximando un poco más el foco, desde 2020, la ciudad olívica ha visto como se bajaba la persiana de 36 sucursales, un 25% de las que había hace un lustro.
El descenso interanual respecto a 2024 se produce después de un ejercicio en el que parecía frenarse la tendencia de descenso, ya que entre 2023 y 2024 se mantuvieron abiertas las mismas 111 oficinas, mientras que en los últimos 12 meses cuatro de ellas han cerrado sus puertas, obligando a los clientes a tener que desplazarse a otro punto de la ciudad para realizar sus gestiones.
Esa reducción de poco más del 3,7% en el último año contrasta, pese a todo, con la acumulada entre el 2020, año en el que estalló la pandemia, y 2024, período en el que la bajada alcanzó las 32 sucursales que se quedaron sin uso.
El lustro anterior, el ajuste de las entidades fue también muy reseñable, ya que de las 204 oficinas que había a mediados de 2015 registradas por el Banco de España, se pasó en apenas cinco años a 143, ya bajando en 2016 por debajo de la barrera de los dos centenares. Destacó, especialmente, la reducción entre los años 2019 y 2020, superior al 15%.
Son varios los factores que se unen para explicar la reducción de puntos presenciales abiertos por las entidades bancarias, un fenómeno no exclusivo de Vigo, sino que es global y que sufren en mayor medida los municipios con menos población.
La concentración del capital, como pretendía el BBVA con el Sabadell, y la digitalización son dos de las causas de la sangría de sucursales bancarias, que tiene como consecuencia también la ola de prejubilaciones activada para aligerar las plantillas, que han provocado recientemente por ejemplo protestas sindicales en el Banco Santander, temiendo por el cierre de dos oficinas más en Vigo.
Un «pastel» que se reparten ahora 17 entidades
El «pastel» del dinero en la ciudad de Vigo se lo reparten a día de hoy, según los datos del Banco de España, 17 entidades que tienen presencia física en el municipio, una cifra que hace una década ascendía a 27 y que en el año que estalló la pandemia, se situaba ya en 21.Los ajustes realizados por las empresas y las concentraciones bancarias llevadas a cabo han provocado que cada vez sean menos actores los protagonistas en la gestión de los ahorros de la ciudadanía. La entidad que más oficinas tiene desplegadas en la ciudad es Abanca, que anota un total de 40, lo que supone algo más del 37% del total. Le siguen, a una distancia prudencial, el Banco Santander, con 17, y Caixabank, con 16.También tienen una red reseñable tanto el BBVA (12) como el Sabadell (7), mientras que anotan más de una sucursal también Bankinter (3) y Unicaja (2). Una decena de bancos, recogen los datos del Banco de España, están presentes en la ciudad olívica con una sola oficina de atención al público.
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