El BCE mantendrá los tipos el jueves mientras la banca prepara nuevas ofertas para calmar la sed de crédito
 
Los analistas dan por hecho que el Banco Central Europeo (BCE) mantendrá los tipos de interés en el 2% el jueves que viene. La entidad no moverá ficha por segundo mes consecutivo, en espera de conocer el verdadero impacto de los aranceles y de las tensiones geopolíticas en la economía del euro. Esa pausa, iniciada en julio, ya provocó una subida del euríbor, el principal indicador para las hipotecas a tipo variable, si bien quienes toman ese dato para revisar su préstamo (semestral o anualmente) pagarán una cuota inferior porque el índice ha bajado de forma notable.
Habrá que ver cómo le afectan los mensajes de Christine Lagarde y, sobre todo, las nuevas previsiones económicas que dará a conocer el emisor. De momento, a lo que parece que no afectará el cónclave del jueves será a la batería de ofertas que la banca prepara para responder al fuerte apetito de crédito, tanto para consumo -en un momento en el que el mercado de trabajo sigue tirando y los sueldos avanzan- como para hipotecas, con los precios de la vivienda en máximos -por la escasez de oferta- y la actividad hipotecaria también en niveles récord por la fuerte demanda de pisos.
Sólo en el primer semestre del año, el saldo vivo de préstamos personales ha aumentado un 7,6% con respecto al mismo periodo de hace un año y roza ya los 200.000 millones de euros, de acuerdo con los datos publicados por el Banco de España. Así, el actual ejercicio va camino de ser el más dinámico en términos de crédito para adquirir bienes de consumo duradero o servicios desde el año 2011.
En el caso de las hipotecas, la estadística publicada la pasada semana por el INE reveló que la cuantía de los préstamos que la banca está concediendo para comprar vivienda está en máximos históricos. La hipoteca media que se registró en junio ascendió a 168.363 euros, una cuantía que no se alcanzó ni siquiera en el periodo del ‘boom’ inmobiliario previo a la crisis de 2008. Pese a que la cuantía alcanza récord, su coste o interés es el más bajo desde octubre de 2022. El BdE constata cómo esa tasa se redujo en junio al 2,68%, siete décimas con respecto al año anterior. En este contexto, los expertos esperan que los bancos comiencen a mover ficha y mejoren sus ofertas hipotecarias a partir de la segunda quincena de septiembre.
El BCE no tiene prisa por actuar….
Antes de hacer sus anuncios, las entidades podrán contar con la lectura de la situación actual y las proyecciones del BCE. Los últimos indicadores económicos sugieren «que no hay una necesidad urgente de actuar», en opinión de Ulrike Kastens, economista Senior de la gestora alemana DWS. Pese a que el PIB de la zona euro echó el freno en el segundo trimestre, venía de crecer más de lo previsto en el arranque del año.
A esto se suma que el mercado laboral solo muestra signos de debilidad en unos pocos países, y la inflación se sitúa en torno al 2%. A la vez, el aumento de los precios de los servicios intensivos en mano de obra sigue ralentizándose, a medida que se debilita el crecimiento de los salarios. «Por lo tanto, esperamos que el BCE mantenga sin cambios el tipo de depósito en su reunión de septiembre», añade el experto.
En sus declaraciones en el pasado Jackson Hole, la presidenta del organismo se mostró optimista al hablar de un aterrizaje suave de la economía europea, apoyada por un mercado laboral fuerte y el efecto que la relajación en las condiciones de política monetaria «están teniendo sobre Europa», destaca Cristina Gavín, jefa de Renta Fija y gestora de fondos de Ibercaja Gestión.
«Consideramos que el BCE ‘quiere’ mantener los tipos en los niveles actuales durante un tiempo, y que se necesitarán datos negativos significativos o una crisis geopolítica para que el BCE ajuste sus tipos en las próximas reuniones», apostilla Niall Scanlon, gestor de Mediolaum International Funds. La perspectiva cambia cuando los expertos apuntan al tramo final del año.
En ese caso, no descartan una nueva rebaja de los tipos de interés, especialmente si el crecimiento sorprende a la baja en el segundo semestre con el aumento de la presión de la incertidumbre comercial, lo que podría traducirse en una reducción de las inversiones por parte de las empresas y en un patrón de gasto «más cauteloso» de los hogares, advierte Annalisa Piazza, de la gestora MFS.
 
			




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