el aviso por la subida de precios en la vivienda

el aviso por la subida de precios en la vivienda



El mercado inmobiliario está atravesando un momento difícil debido al incremento de los precios de la vivienda, que podría llevar a un estancamiento significativo en la construcción y en el acceso a la compra en los próximos años. Expertos del sector advierten que, de no adoptarse medidas efectivas a corto plazo, la situación podría derivar en un acceso casi imposible a la vivienda para gran parte de la población, impactando negativamente en toda la cadena productiva.

Durante una jornada organizada por El Economista, varios referentes del sector han alertado sobre la realidad del mercado inmobiliario. Rafael González-Cobos, presidente del Grupo Ferrocarril, ha subrayado que en ciudades como Madrid, donde la dificultad para acceder a una vivienda es ya elevada, esta parálisis en la construcción podría materializarse en un horizonte cercano, incluso en un plazo de tres a cuatro años. Este fenómeno no solo implicaría un problema de acceso para los futuros compradores, sino que también pondría en riesgo la viabilidad de numerosas empresas dedicadas a la promoción y construcción de viviendas.

El principal problema radica en que, aunque la demanda de viviendas persiste, el aumento constante y descontrolado de los precios está excluyendo a una gran parte de la población que podría estar interesada y capacitada para comprar si los costes fueran razonables. González-Cobos advierte que, si no se implementan políticas para frenar esta subida, llegará un momento en que la demanda efectiva desaparezca, lo que conllevará una caída importante en el ritmo de construcción y actividad del sector.

En el mismo evento, Raúl Guerrero Juanes, consejero delegado de Grupo Gestilar, aportó una perspectiva más alarmante, sugiriendo que las hipotecas podrían extenderse a plazos extraordinariamente largos, de hasta 70 años, y que incluso podrían llegar a ser heredadas. Esta tendencia refleja la dificultad creciente para encontrar soluciones viables para el acceso a la vivienda, que podría afectar no solo a la generación actual, sino también a las futuras, consolidando un problema intergeneracional.

Las causas detrás de este encarecimiento continuado son multifactoriales. Francisco Pumar, director general del Grupo Insur, ha señalado que la escasez de suelo urbanizable, la complejidad para acceder a financiación, los procesos burocráticos lentos y una normativa urbanística restrictiva han contribuido a generar un entorno difícil tanto para promotores como para compradores. Esta combinación limita la rentabilidad esperada por los desarrolladores, lo que se traduce en una menor oferta y un aumento adicional en la presión sobre los precios.

Además, la carga fiscal relacionada con la vivienda representa otro obstáculo importante. Ignacio Moreno, consejero delegado de Aurora Homes, destacó que el Estado recauda anualmente más de 52.000 millones de euros en impuestos vinculados a la vivienda, lo que supone aproximadamente una sexta parte de los ingresos públicos. Moreno propone una reducción significativa de esta presión fiscal para liberar recursos que faciliten la construcción de más viviendas y, con ello, ayudar a estabilizar o moderar el crecimiento de los precios.

Desde Premier España, Vicenç Topas coincidió en que los principales retos a resolver con urgencia son el elevado coste fiscal, la falta de suelo disponible y la escasez de mano de obra cualificada en el sector de la construcción. Estos factores, si no se abordan, podrían desencadenar un colapso en el sistema inmobiliario, con consecuencias profundas para la economía y la sociedad.





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