«Descienden los tráficos en la siderurgia y en las piezas de automoción ya han caído un 31%»
Ejecutivo con más de 20 años de experiencia en el desarrollo de estrategias basadas en datos, innovación y alianzas internacionales, y director durante cuatro años … de Bizkaia Talent, Iván Jiménez (Barakaldo, 1975), asumió en julio la presidencia de la Autoridad Portuaria de Bilbao en un momento de desafíos globales.
– ¿Qué metas se ha fijado?
– Estamos en un momento de incertidumbre absoluta en el que resulta imposible hacer cálculos a más de 3 o 5 años, pero sí hay tendencias como la sostenibilidad que la UE ha fijado con unas políticas de descarbonización muy exigentes. Han marcado un hito para 2030, que exige la obligatoriedad de que los puertos suministren energía a los buques, y ahí nosotros nos hemos adelantado. Hemos aprobadas más de 70 millones en inversiones para electrificar los muelles que en seis meses empezarán a ser ya una realidad, y como las navieras también van a tener que adaptarse, será una ventaja competitiva. Será como cuando se cambió de la vela al carbón. ¿A dónde iban los barcos?, pues a donde disponían de carbón.
– ¿El puerto tiene fama de caro?
– Para ciertos buques somos relativamente caros, pero hay que desmitificarlo. Gran parte de la mercancía que viene son derivados del petróleo, que requieren mucha seguridad y recursos. Y además las navieras valoran nuestra rapidez porque cada hora que permanecen parados les cuesta mucho dinero. Nosotros a través de la tecnología podemos agilizar todos los procesos y por eso digitalizarlos va a ser clave.
– Con una Europa que pierde peso y una geopolítica tensa, ¿toca mirar a otros horizontes?
– A día de hoy en torno al 45% del tráfico del puerto de Bilbao viene de Europa, principalmente de Reino Unido y Países Bajos porque mucha mercancía va a los puertos de Róterdam, Hamburgo y Amberes desde donde se distribuyen por el mundo, aunque tienen problemas de espacio y claro, cuando hay más demanda que oferta, suben los precios. En Asia tenemos un 13%, en Sudamérica un 14% y en Norteamérica un 17%, aunque ciertas mercancías están cambiando.
– ¿Por ejemplo?
– Por ejemplo el gas natural licuado (GNL) que a día de hoy no es un producto vetado para importar desde Rusia, como sí lo es el petróleo, pero que cada vez llega más desde EE UU. Era uno de los compromisos y se está notando. Aunque Rusia sigue por encima, probablemente cuando acabe el año lo estará EE UU. En petróleo está Brasil, con muchísima diferencia, y México. EE UU en tercera posición, aunque la previsión es que aumente. Pero en definitiva, sí va a ser necesario buscar nuevos mercados. Estamos haciendo un análisis para trabajar en aquellos que hayan tenido un mayor aumento.
– ¿Y vías a China?
– Cuando hablamos de las rutas con Asia, que por supuesto son las más grandes a nivel mundial, se suele hablar del Canal de Suez, aunque ahora mismo tiene mucho menos tráfico porque las primas de seguros son muy altas y las navieras optan por Cabo de Buena Esperanza, en Sudáfrica. Ahora, fruto del cambio climático y de la tecnología, se están abriendo nuevas rutas con China por el Polo Norte, algo que nos posicionaría mucho mejor respecto a otros lugares como el Mediterráneo. Todavía es muy incipiente, pero a largo plazo… podría abrir una nueva posibilidad.
– Este año hay una bajada de tráficos. ¿Cómo romperá la racha?
– Llevamos dos millones de toneladas menos que principalmente se deben a la parada técnica de Petronor, pero a parte de eso los graneles sólidos han crecido un 7% y en mercancía general, un 4,3%. El problema están siendo los contenedores. Hemos descendido un 7,45%.
– ¿Es fruto de la competencia?
– Claramente la competencia está creciendo y a nivel de toda España el tráfico de contenedores está descendiendo. Eso habría que analizarlo. Cabe decir que las empresas tienen que pagar por emisiones, pero Reino Unido todavía no se ha unido a ese acuerdo y se ha detectado un movimiento de tráficos que en vez de atracar en Europa van a parar allí. Entrarán el año que viene, por lo que eso se va a solucionar.
– ¿Y Bilbao tiene opciones para mover más contenedores?
– Podría mover muchísimos más y ésa es una situación que nos preocupa. Por eso estamos moviéndonos en este asunto, aunque todavía no puedo dar más información. Pero es cierto que si bien el contenedor solo representa el 15% de la mercancía, el porcentaje de los ingresos que genera es mucho mayor y por eso es algo sobre lo que hay que actuar.
Aranceles
– ¿Se notan los aranceles?
– En los productos siderúrgicos los tráficos están descendiendo. Caen un 1,9% y vemos que el origen de los productos que llegan son de Taiwan, Corea del Sur, India y Vietnam, mientras que las exportaciones van primero a la UE y por detrás a EE UU. Sin tenerlo desglosado, el descenso proviene seguramente de EE UU. Por contra, la máquina-herramienta y sus repuestos crece un 8,1%.
– ¿Y con la automoción? El sector de componentes teme perder 3.000 empleos en Euskadi.
– Hay una caída del 31% en los tráficos de piezas de automóvil y las empresas ya están en una búsqueda de mercados alternativos. Ahí podemos acompañarlas.
– ¿Qué le parece la petición del Gobierno vasco de traspasar el puerto de Pasaia a Euskadi?
– No me voy a pronunciar sobre eso. Es una negociación con una parte técnica y otra política y entiendo que las administraciones del Estado y de Euskadi llegarán a un acuerdo. Espero que sea lo mejor para el puerto, con el que tenemos una excelente relación.
– ¿Cree que veremos pronto la Variante Sur Ferroviaria?
– Me gustaría que estuviese en diez años porque va a acelerar mucho los tráficos y eso quiere decir ahorro de costes para las navieras, pero mientras tanto para nosotros el reto de los tráficos ferroviarios es fundamental. El 17% de las mercancías del puerto de Bilbao se mueven por tren, cuando la media en el Estado es del 5%, y en el caso de los contenedores, llegamos al 25%.
– El espacio se viene agotando en el puerto. ¿Habrá que revisar alquileres?
– Hoy en día está ocupado el 92% y tenemos muchas más solicitudes de las que podemos atender. Además, tras la última ampliación que vamos a tener ahora, las opciones para crecer van a ser muy limitadas. Quizás sacar un muelle de los espigones… A partir de ahí, habrá que pensarlo mucho. Pero las renovaciones de concesiones son constantes y no miramos únicamente los resultados económicos. Me explico. Hay operadores que aunque puedan no ser rentables de por sí para el puerto, dan un valor añadido o tienen un peso estratégico. Hay muchas piezas que encajar.
– Para la que parece haber espacio es para la empresa de Sader, que ni Getxo ni Santurtzi quieren de vecina. ¿Será un inquilino problemático?
– Para nada. La actividad que nadie quiere es la de producción de fertilizantes, que no va a venir aquí. Lo que está en fase de análisis en el Gobierno vasco es el tratamiento de residuos, porque el 60% de sus clientes están a día de hoy en el puerto. Sería bastante ridículo que, apostando nosotros por la sostenibilidad, no intentáramos atraer empresas con actividades alineadas con eso.
– La negociación del convenio de estibadores todavía se recuerda en Bilbao. ¿Figura la renovación ya en su agenda?
– No es algo que competa a la Autoridad Portuaria. Se liberalizó en el año 2017 y por lo tanto existe la empresa de estiba de la que son socios los cuatro operadores de Bilbao. Pero me he reunido con sus representantes y con el comité y las dos partes me han transmitido lo positivo de la evolución de la negociación. Bilbao ha pasado de tener fama de puerto conflictivo laboralmente a ser uno de los ejemplos en esta materia.