Defensa, ciberseguridad y espacio: así es el nuevo fondo europeo de DNB AM
¿Quién es DNB Asset Management?
DNB Asset Management es la gestora de inversiones del grupo DNB. El grupo DNB es el mayor banco de Noruega, es un banco líder de los países nórdicos y al mismo tiempo es una de las mayores entidades financieras de Europa. Con 200 años de historia tiene presencia global, en más de 17 países porque al mismo tiempo es una entidad líder dentro de lo que sería shipping y financiación marítima.
DNB Asset Management, 100% propiedad de este grupo financiero, es el brazo armado dentro de la parte de inversiones. Gestionamos más de 100 fondos de inversión de todo tipo de categorías y más de 200 mandatos. Estamos hablando de tanto activos de renta fija, renta variable, multiactivos, ilíquidos, etcétera.
En cuanto a tipología de clientes, abarcamos la misma tipología de clientes, desde mi punto de vista, que podría esperar un cliente español; es decir, cliente que demanda transparencia, cliente que demanda inmediatez, cliente que demanda excelencia en lo que sería el servicio, el reporting que puede obtener por parte de una entidad financiera. Y, al final, la posición de DNB Asset Management dentro del mercado de Iberia es tratar de ofrecer todas estas características para que los clientes puedan dormir tranquilos entendiendo en todo momento las inversiones que están realizando.
¿Por qué Defensa Europea como un activo de renta variable?
Todos estamos viendo las noticias que los conflictos geopolíticos cada vez son más volátiles, crean incertidumbre desde el punto de vista macroeconómico y desde el punto de vista, como mencionaba anteriormente, geopolítico. En este entorno cambiante, es cierto que una de las características principales sería esos presupuestos que se están dirigiendo a la parte del sector de defensa en prácticamente todas las zonas geográficas relevantes a nivel mundial.
Europa ha hecho sus inversiones en el pasado, lo que pasa que de una manera quizá podríamos decir más rezagada vs. otras zonas geográficas. Es decir, en 2014 Europa había invertido en torno a 147.000 millones de euros en el sector de defensa. En el 2024, 10 años después, 326.000 millones y ahora en 2025 se ha hablado de llegar a una cifra de en torno a 800.000 millones de euros, lo cual supone un un incremento cualitativo. Adicionalmente, este gasto tradicionalmente venía más del 80% se importaba fuera, básicamente Estados Unidos y otros terceros países que venían a la Unión Europea. Se quiere cambiar ese ratio y se quiere que la propia generación dentro de la Unión Europea suponga más del 40% de ese presupuesto tratando de que sea lo más amplio posible. Por tanto, esto es un viento de cola tremendamente grande.
¿Cómo vemos esos números también? El sector de defensa supone de media en los países europeos en torno a un 1,9% de su PIB. Por presiones internas y externas, el objetivo es que en los siguientes años se alcance el 5% del PIB. Y no solo se quedan ahí los números, sino que adicionalmente en entornos volátiles de incertidumbre es un sector que proporciona cierta estabilidad a la región desde el punto de vista de los empleos. Más de 600.000 personas tienen empleos directos en el sector de defensa europeo y hay otros muchos miles de empresas subsidiarias que dan soporte a este sector que también ayudan a estabilizar la economía.
Por lo tanto, en entornos volátiles, en entornos inciertos desde el punto de vista de la geopolítica, el sector defensa supone una estabilidad representativa desde el punto de vista de las inversiones, ya que son contratos ciertos que aportan bastante estabilidad y menos volatilidad dentro de lo que sería los inversores, y en al mismo tiempo ayuda a establecer la economía.
¿Qué ofrece DNB en esta categoría de activo?
En abril de este año de 2025, DNB Asset Management en Noruega lanzó una estrategia que se llama DNB European Defense. Es una estrategia que es, podríamos decir, de las primeras de gestión activa que hay en el mercado, que trata de ofrecer un portfolio, una cartera diversificada en cuatro temáticas.
En primer lugar, empresas de defensa de primer orden. Serían las grandes, las tradicionales que veríamos en los índices, las que suelen comprar los ETFs o instrumentos pasivos. Esa parte de la cartera, lógicamente, es necesaria que esté aplicando la lista de exclusión de DNB, pero adicionalmente metemos una segunda pata que sería empresas de defensa, de mediana y pequeña capitalización. Si bien las primeras son capaces de ofrecer un servicio íntegro desde el punto de vista de la generación, cadena de suministro, etcétera, en la rama en la que son especialistas, estas empresas de pequeña y mediana capitalización aportan a un nicho determinado, su experiencia y su buen hacer que da soporte a estas empresas normalmente grandes. Por lo tanto, son un activo tremendamente atractivo, con unas valoraciones tradicionalmente más atractivas que lo que sería las de gran capitalización.
No todo quedaría en la parte de defensa, sino que también tendríamos que añadir otras dos patas más.
En primer lugar, sector aeroespacial con un claro vínculo al sector militar. Porque el sector aeroespacial, si quitamos la parte civil, son los que generan aeronaves, materiales inteligentes para esas naves, sistemas de comunicaciones vía satélite, etcétera. Y todo este, podríamos decir, ecosistema tiene que venir realmente refrendado por unas comunicaciones robustas. Así pues, alguna compañía de ciberseguridad que ayuda a que todo ese ecosistema funcione sin interferencias externas, es necesaria también al mismo tiempo para la cartera. Por lo tanto, lo que nosotros ofrecemos es una estrategia que creemos que está diversificada, de gestión activa, con un claro vínculo al sector de defensa y encontrando oportunidades en un mercado tan incierto como el actual.
¿Quién gestiona esta estrategia?
Gestionar una estrategia de este tipo creemos que es necesaria a través de un gestor que es Stian Ueland, que tiene un claro componente técnico que puede marcar la diferencia a la hora de analizar las compañías.
Al no ser un fondo simplemente pasivo, sino buscar la excelencia dentro de la gestión activa, hemos puesto al frente a un doctor en ingeniería y ciencia por el MIT, el Instituto de Massachusetts de Tecnología. Esta certificación, el ser doctor en el MIT americano, podríamos decir que es, si no la máxima, una de las máximas certificaciones más reconocidas o de las más exigentes a nivel mundial en la materia de ingeniería y ciencia.
Esto nos lleva a tener una persona con un profundo conocimiento técnico que puede analizar las compañías, pero adicionalmente tiene que tener también experiencia en gestión. Y Stian Ueland ha estado gestionando estrategias, tanto en el Fondo Soberano de Noruega como en DNB durante los últimos años, con una rentabilidad tremendamente atractiva que justifica que con conocimiento técnico y experiencia en gestión pueden estar alineados.
¿Cuáles son las diferencias frente a un ETF?
Básicamente las diferencias las resumiríamos en:
- Primero, un ETF suele replicar los índices, eso significa que invierten en las empresas más grandes, que son las que están, lógicamente, más sometidas a una presión de valoraciones y suele ser entre 20 y 26 títulos tradicionalmente. Nuestro fondo se expande a 40-50 títulos, es mucho más grande, es un universo más amplio que te permiten navegar estos mercados inciertos que, de una manera, anticipándote a potenciales acuerdos o geopolíticos o distorsiones del mercado que puede afectar a la cotización de las empresas. Esto un ETF simplemente va a seguir lo que sería el mercado y nosotros podemos tratar de modular la carta.
- En segundo lugar, la traspasabilidad. Nuestro fondo, nuestra estrategia, está registrada en la CNMV y es traspasable, es un beneficio para cualquier inversor final que lógicamente un ETF no puede tener.
- Y en tercer lugar, lo que hablaba anteriormente, valoraciones. Al final, si inviertes simplemente en un índice pasivo, pues lógicamente está sujeto a las fluctuaciones, a las valoraciones que tienen esas compañías. Con una gestión activa puedes encontrar, sobre todo en las empresas de mediana y pequeña capitalización en esos sectores adicionales como Aéreo Espacial Militar o Ciberseguridad Militar, algunas oportunidades de compañías atractivas a una valoración más razonable.
Por lo tanto, lo resumiría en estas tres características. Una cartera más amplia y diversificada, la traspasabilidad y luego la posibilidad de navegar con la carta y encontrar unas valoraciones más atractivas.
¿Nos puedes resumir los puntos clave?
La estrategia de DNB European Defence es una estrategia que invierte en torno 40-50 compañías con gestión activa que trata de identificar las mejores oportunidades en el entorno actual dentro del sector de defensa.
Al frente está un gestor experimentado con un amplio conocimiento técnico. Somos capaces de navegar los entornos inciertos de los mercados con un fondo, con una estrategia, que se sale de lo que serían las tradicionales estrategias pasivas que hay en el mercado actual y ofrece diversificación, traspasabilidad y la posibilidad de modular el posicionamiento de la cartera en cualquier entorno.













