Cinco ejemplos reales de emprendimiento social en el mundo
La Fageda: una oportunidad de trabajo real y digno
Para muchos consumidores, La Fageda es una marca de productos lácteos y mermeladas elaborados con ingredientes naturales y de forma tradicional. Para sus empleados, es la oportunidad de tener un trabajo real y digno. En realidad, La Fageda es las dos cosas.
“La Fageda es un proyecto social que tiene como misión mejorar la calidad de vida y promover la integración social de personas en riesgo de exclusión social de la Garrotxa –comarca de Girona–, mediante un trabajo real y digno. Para conseguirlo, se sirve de una estructura empresarial potente”, explican en su web.
En este proyecto social, conviven actividades empresariales con otras asistenciales, gestionadas por diferentes entidades sociales. Se da especial importancia a la creación de empleo, partiendo de la premisa de que el trabajo es una herramienta fundamental para la reinserción y la rehabilitación.
En 2022, sus elaboraciones llegaron a 2,8 millones de consumidores y la venta de productos y servicios alcanzó los 30,5 millones de euros de facturación. A su vez, 167 personas trabajan con apoyo en La Fageda, 44 lo hacen con apoyo en la empresa ordinaria, 73 son beneficiarias de sus servicios de vivienda y 92 son usuarias de sus servicios ocupacionales.
Comproagro y su compromiso con el mundo agrario
Comproagro es una empresa social que facilita la comercialización directa entre los campesinos colombianos y sus consumidores, eliminando los intermediarios. De esta forma, garantiza mayores ganancias para los agricultores y, por consiguiente, mejores ingresos y una mayor calidad de vida.
Este emprendimiento social comenzó su andadura en 2014, después de que la crisis económica endeudase a miles de familias campesinas de toda Colombia. Actualmente, el proyecto cuenta también con una sede en el municipio de Toca Boyacá, en el que se trabaja directamente con 30 mujeres cabeza de familia.
Juntas: educación sexual para todas las mujeres
Juntas es una empresa social que busca prevenir problemáticas relacionadas con la salud sexual de la mujer (como las enfermedades de transmisión sexual o los embarazos adolescentes) en Perú y el resto de América Latina. Su objetivo se respalda con cifras: tal y como explican en su web, 196 niñas y adolescentes quedan embarazadas cada día y una de cada tres falta a clase simplemente por tener la menstruación en todo el mundo. Además, se calcula que el 80 % de las adolescentes ha sufrido algún tipo de violencia sexual en su vida.
La iniciativa crea herramientas de educación y hace un acompañamiento a las mujeres y niñas que lo necesitan. En 2022, Juntas había trabajado con 14.000 adolescentes de Perú y otros cuatro países de América Latina.
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