César González-Bueno, CEO del Sabadell: «No tengo dudas de que el BBVA no llega al 50% de aceptación» | Hora 25 de los Negocios

César González-Bueno, CEO del Sabadell: «No tengo dudas de que el BBVA no llega al 50% de aceptación» | Hora 25 de los Negocios



Madrid

La nueva oferta del BBVA supone valorar el Sabadell un 1,5% más alto de lo que valía el viernes en bolsa. Aunque BBVA dice que esta es la mejor oferta, el Sabadell insiste en que no es así. Es por esto que hoy, en Hora 25 de los Negocios, sentamos al CEO del Sabadell, César González-Bueno, para analizar esta nueva oferta del BBVA.

Pregunta: ¿Ahora qué? ¿Qué van a recomendar ustedes?

Respuesta: Bueno, lo que recomiende el Consejo. Yo puedo arriesgarme un poco y, por supuesto, esto no es un compromiso, porque el Consejo es soberano. Pero esta oferta es peor que la que rechazó inicialmente el Consejo hace 16 meses. Entonces nos ofrecían un 16,2% del conjunto y hoy nos ofrecen un 15,3%: se han ajustado. Ahora la diferencia es de un 6% respecto a lo que ofrecían inicialmente, porque han modificado el tratamiento de los dividendos en efectivo. Como hemos pagado más dividendos en efectivo, antes lo restaban; ahora lo han corregido y ya no lo descuentan. Pero también hemos hecho muchas recompras de acciones, lo que implica que nuestras acciones representan un porcentaje mayor del banco. Además, durante este periodo el BBVA ha sido el banco español que menos se ha revalorizado en Bolsa, mientras que el Sabadell ha sido el que más. Y no lo ha hecho gracias a un bajo desempeño del BBVA, sino en línea con sus comparables: Bankinter, Unicaja y CaixaBank. Por lo tanto, esta oferta es peor, y encima se han quedado sin moneda de cambio.

P: ¿Ustedes creen que esto sale adelante?

R: Yo creo que no. Normalmente, este tipo de operaciones deben incluir una prima: el precio ofrecido debería ser un 30 o 40% superior a la cotización de las acciones. En este caso, la prima era apenas un 1,6% sobre el cierre del viernes. Un 1,6% frente a una revalorización de más del 1.100% en cinco años es insignificante. Es una mala oferta. Además, hay algo más complejo: existe la percepción generalizada de que la primera oferta no alcanzará el 50% y se quedará entre el 30% y el 50%. La evidencia de que ellos mismos lo creen es que redujeron el umbral en el último momento y se dieron la opción de quedarse en ese rango. Si eso ocurriese, lo lógico sería esperar a la segunda OPA, que sería en efectivo en su totalidad y a un precio claramente superior. Esa operación no tendría la dilución de dividendos ni de acciones que sí tendría la primera, ya que implicaría una ampliación de capital. Y además, la neutralidad fiscal solo se mantiene si la primera OPA supera el 50%, cosa que a este precio no ocurrirá.

P: ¿Está diciendo que el BBVA no llega ni al 30%?

R: Es muy posible que no llegue. Pero si llega, mejor para quienes quieran ir, porque entonces deberán lanzar una OPA en efectivo a un precio mayor y sin dilución, ya que todo se recibiría en efectivo.

P: Déjeme hacerle de abogado de la otra parte. Lo que dice el BBVA es que ya han mejorado la oferta y que ustedes han reducido el valor del banco al vender TSB…

R: Ahora mismo ese banco vale más porque tiene dentro los 3.600 millones de euros pagados por TSB, una cifra muy superior a la que cualquiera esperaba. Los ‘dineritos’ están dentro y se materializará en un dividendo de 2.500 millones, unos 50 céntimos por acción, sobre un precio de 3,2 euros. A eso se suman 1.300 millones en dividendos ordinarios. Es decir, vamos a repartir en muy poco tiempo una cantidad muy superior a la que repartirá en el mismo periodo el BBVA. En lugar de TSB, tenemos 3.600 millones en caja, lo que incrementa claramente nuestro valor.

P: ¿Ustedes pueden desarrollar un plan de negocio en el futuro con la competencia dentro de su consejo?

R: Eso es irrelevante. La normativa establece que debe garantizarse la autonomía de gestión, por lo que el banco tendría que gestionarse en los próximos tres o cinco años, igual que si no hubiese adquirido acciones. Teóricamente, si todo fuese bien y llegase una OPA de exclusión, habría que alcanzar el 90%. Para cualquier accionista que quiera vender, mi recomendación sería esperar.

P: Si esto sale, ¿se han equivocado ustedes gravemente? ¿Se tendrían que marchar?

R: Permítame hacerme el chulito y hacer propaganda con modestia: somos el valor que más se ha revalorizado en los últimos años de toda la banca europea. Nos hemos multiplicado por doce, el doble que el BBVA desde la OPA. Entonces el Consejo rechazó vender por 2.500 o 2.700 millones. Ahora ofrecen 17.000 millones: no está mal en cinco años. Pero es que, desde abril del año pasado, cuando dijimos que no, nos hemos revalorizado de nuevo el doble que el BBVA. No creo que eso sea motivo para irnos “con las orejas gachas”.

P: Ustedes comenzaron diciendo que esta era una mala operación por las pymes, la oferta y el mercado, no porque el precio fuera bajo. ¿Es una mala operación por precio o una mala operación en general?

R: En primer lugar, la oferta no refleja el valor del Banco Sabadell, y el tiempo nos ha dado la razón. Dijimos también que era mala para España y para las pymes, de las que una de cada dos es cliente del banco. La CNMC se pronunció y el Gobierno también endureciendo las condiciones. Durante los próximos tres o cinco años habrá que seguir gestionando autónomamente y respetando los intereses de autónomos, pymes y trabajadores del banco. Eso ha reducido la relevancia inmediata del tema social, pero volverá a ser clave cuando se plantee una fusión: entonces sí habrá impacto social, despidos y problemas de competencia.

P: El mercado apostó a que el BBVA iba a mejorar la oferta y así fue. Ahora parece apostar a que tomarán una posición del 30% y que, a partir de ahí, comenzará una digestión lenta del Sabadell. ¿No es esto una presa que se digiere muy lentamente?

R: No lo creo. El mercado está escéptico con esta operación, pero lo que todo el mundo tiene claro —y los institucionales más— es que no se pueden quedar por debajo del 50% sin lanzar una OPA en efectivo por el resto. Supongamos que se quedan con un 30%: lo más sensato es esperar a la segunda OPA, porque tendrán que ofrecer efectivo por el 70% restante a un precio superior. Así tendrán que superar el 50%. No sería una digestión lenta, sino relativamente rápida, pero siempre con otro plazo adicional para decidir. Por lo tanto, lo más lógico es esperar a la segunda.

P: Usted es accionista…

R: Yo no acudiré ni a la primera ni a la segunda OPA. Me quedaré muchos años. En una segunda fase actuaré como financiero, velando por mis intereses, porque ya habrán pasado años y esperaré a una posible OPA de exclusión. Si esa llegara, ya habría fusión, no tendría impacto fiscal y pagarían mejor las acciones. Mientras tanto, tendrían que seguir comprando en mercado o lanzar otra OPA. No hay nada menos eficiente que mantener minoritarios en una filial bancaria. Por lo tanto, esas acciones valdrán más y quien las venda más tarde ganará más.

P: Usted no iría como accionista. ¿Y como consejero delegado?

R: Escucharé al Consejo. Cada uno tiene la obligación de decidir qué hacer con sus acciones si no comparte la decisión general. En mi caso, ya le anticipo que diré que no a la primera OPA y, si llegase una segunda, también votaría que no.



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