Carlos Cuerpo, el alumno aventajado de Draghi y de Letta, da un paso al lado
A la tercera, no ha ido la vencida. El ministro español de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha decidido retirar su candidatura para presidir el Eurogrupo por no haber logrado recopilar los 11 apoyos necesarios para su aprobación. Lo ha anunciado poco antes de que diera comienzo la reunión de los ministros de Finanzas de la zona euro en la que Cuerpo iba a enfrentar su opción a la potente candidatura del irlandés Paschal Donohoe, que ejerce la presidencia del Eurogrupo desde 2020 y que, de entrada, contaba con el apoyo de los siete países donde gobierna el Partido Popular Europeo (Austria, Croacia, Finlandia, Grecia, Letonia, Luxemburgo y Portugal). También se iba a enfrentar a la candidatura del lituano Rimantas Sadzius, del Partido Socialdemócrata, la misma familia política que gobierna en España.
Es la tercera vez que España iba a optar a este cargo. Cuerpo iba a intentar conseguir lo que no pudieron lograr antes ni Luis de Guindos (en 2015), ni Nadia Calviño (en 2020). «He decidido dar un paso al lado para favorecer una candidatura de consenso», ha dicho el propio Cuerpo. Según fuentes conocedoras de la negociación, a Cuerpo le faltaba un solo voto para haberse impuesto a la candidatura de Donohoe. Ante esa situación, prefirió retirar su candidatura para evitar poner en evidencia a los países que le habían prestado un apoyo finalmente infructuoso.
Carlos Cuerpo (Badajoz, 1980), doctor en Economía y máster en la Escuela de Economía de Londres (LSE), es ministro de Economía, Comercio y Empresa desde diciembre de 2023, cuando sustituyó en el cargo a la actual presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Nadia Calviño.
Durante su año y medio como representante de España en el Eurogrupo, Cuerpo ha sabido labrarse alianzas entre las principales economías del euro. No es casualidad que dos semanas antes de lanzar su candidatura, la firma de España apareciera junto con las de Francia, Alemania, Italia, Países Bajos en un documento no oficial (‘non paper’ en la terminología comunitaria) firmado por las cinco mayores economía de la zona euro en el que se propugnaba aprovechar la renovación de la presidencia «fortalecer la eficiencia del Eurogrupo». Aunque el documento carecía de críticas explícitas, las propuestas incorporadas constituían una velada enmienda a la totalidad, en toda regla, a la gestión de Donohoe al frente del Eurogrupo.
Con todo, las alianzas fraguadas por Cuerpo no han sido suficientes para imponer su candidatura, que se anunció en el último momento, en plena crisis del Gobierno de Pedro Sánchez por el escándalo del ‘caso Santos Cerdán’. No sería de extrañar que, pese a todo, haya quedado reforzada la proyección internacional del ministro español. No en vano, sus antecesores en el intento, acabaron después como vicepresidente del BCE (Luis de Guindos) y como presidenta del BEI (Nadia Calviño).
Alumno aventajado
Ya antes de ser nombrado ministro, en su calidad de secretario general del Tesoro y Financiación Internacional (entre agosto de 2021 y diciembre de 2023), Cuerpo cobró protagonismo en la negociación de las nuevas reglas fiscales. Después, como ministro de Economía, Cuerpo se ha mostrado como el alumno más aventajado de Enrico Letta y de Mario Draghi, los dos exprimeros ministros de Italia que, por encargo de la Comisión Europea, han publicado sendos informes para avanzar en la construcción europea.
En octubre pasado lanzó en la reunión del Eurogrupo su propuesta para la creación de lo que se ha dado en llamar como ‘Laboratorio Europeo de Competitividad’ (Lab). A través de este mecanismo, un mínimo de tres países basta para avanzar en cambios en el mercado de capitales o en la unión bancaria que llevan años atascados por la imposibilidad de alcanzar mayorías y que tendrán que ser evaluados por la Comisión Europea para, posteriormente, ampliarlos al resto de los estados miembros.
El ‘Lab’ -como lo llama Carlos Cuerpo- se presenta, así, como un atajo para la profundización en el mercado único que propone el ‘informe Letta’ y para avanzar en una mayor productividad y competitividad de la economía europea, como propugna el ‘informe Draghi’. El propio expresidente del BCE propuso en su famoso informe impulsar una suerte de experimento de Unión Bancaria con un pequeño grupo de grandes bancos europeos con operaciones transfronterizas, para romper así los obstáculos que desde hace años impiden culminar la propia UB.
La iniciativa española del ‘Lab’ para agilizar la toma de decisiones fue respalda en marzo por Alemania, Francia, Italia, Polonia, Luxemburgo, Países Bajos y en junio ya ha dado su primer fruto: la creación del sello ‘Finance Europe’ para productos financieros que sirvan para llevar el ahorro de los europeos a la financiación de empresas europeas.
Cuerpo también es un alumno aventajado de Letta. Para avanzar en la reducción de cargas administrativas y burocráticas, Cuerpo lanzó en septiembre pasado la iniciativa ‘régimen 18’ o ‘comunidad autónoma número 18’, rebautizada luego como ‘régimen 20’, en atención a los territorios de Ceuta y Melilla. La propuesta copia y traslada a España la iniciativa del ‘régimen 28’ o ‘Estado 28’ lanzada por Letta como un atajo para que las empresas puedan operar con mayor facilidad en cada uno de los países de la Unión Europea sin trabas administrativas diferentes en cada uno de ellos.
Todas estas iniciativas han ido fraguando una imagen de Cuerpo muy respetada entre sus socios del Eurogrupo, aunque no las suficientes para lograr los 11 apoyos necesarios para alzarse en el ‘primus inter pares’ de los ministros de Finanzas de la zona euro.
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