BBVA y Sabadell no pueden estar 14 meses a la espera

BBVA y Sabadell no pueden estar 14 meses a la espera



El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha advertido de los efectos que el retraso en el calendario de la opa de BBVA al Banco Sabadell puede suponer para ambos bancos. «Sin entrar en la operación, porque respetamos las dos partes, no es comprensible que se extienda por 14 meses de inestabilidad», ha comentado tras cargar de nuevo contra la actuación del Gobierno en este proceso y la incertidumbre que ha generado. 

El máximo responsable de la patronal considera que el Ejecutivo tendría que haberse posicionado mucho antes. «Si este planteamiento se hubiera puesto encima de la mesa desde el principio habríamos ahorrado mucho tiempo», ha dicho en alusión a la prohibición a fusionarse durante tres años que ha impuesto el Consejo de Ministros como condición para que el banco de origen vasco pueda comprar a la entidad catalana. 

Durante su participación en la XLII edición del seminario de economía organizado en Santander por la APIE y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), Garamendi, que considera que la operación se ha politizado, ha instado a agilizar los tiempos. El grueso de la demora obedece del paso a ‘Fase II’ de la operación, que ha llevado a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a analizar la potencial un periodo de once meses. 


 Garamendi ha recordado que las dos entidades afectadas son socios de la organización y ha mostrado su «respeto profundo» por ambas, además de por otras organizaciones empresariales como Foment del Treball, que se ha manifestado abiertamente a favor del Sabadell, una muestra de que en CEOE hay disparidad de opiniones, según ha señalado. «Las cosas se podrían haber hecho de otra manera. Pero hay otro asunto que me parece relevante y que hay que respetar a los accionistas y preguntarles para que sean ellos que tomen la decisión en función de sus intereses», ha remarcado.

Como presidente de CEOE ha asegurado que recibe a muchos fondos e inversores extranjeros «que miran estas cosas». «En España se están politizando mucho las cosas. Nos guste o no la sensación de inseguridad jurídica existe», ha subrayado, para insistir en la necesidad de que haya certidumbre. Sobre este punto, Garamendi ha aseverado que el Ejecutivo actual es «intervencionista» en algunas cuestiones. «Toda la política económica del Ministerio de Trabajo sí lo es, en cambio la del Ministerio de Economía no, tenemos buena relación», ha sentenciado. 

AEB pide un marco legal «previsible y estable»

La presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), Alejandra Kindelán, se ha pronunciado en una dirección similar al pedir un marco regulatorio «estable y predecible». «Europa tiene una oportunidad grande en este momento para atraer capital y, dentro de Europa, España se encuentra en una buena posición», ha indicado para añadir que es una economía que crece y que atrae población. No obstante, considera que para poder aprovechar esta situación apela al diseño de «marcos regulatorios y fiscales previsibles, que favorezcan el desarrollo empresarial, así como la inversión. 

Si bien ha evitado emitir cualquier juicio acerca de la opa, Kindelán ha apelado a las autoridades comunitarias, que «están insistiendo» en que la Unión Europea necesita «una mayor integración del mercado bancario europeo». La representante de la patronal bancaria española ha apuntado que Europa afronta un momento «existencial» con retos como el de incrementar el gasto en Defensa o impulsar la sostenibilidad. «Tenemos que ser conscientes de que la industria de Defensa está fragmentada y el sector bancario está dispuesto a asumir su parte en este desafío tan grande que tenemos por delante» ha agregado para concluir que se requiere movilizar una gran cantidad de recursos públicos y privados, tanto desde el mercado de capitales como el bancario.



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