BBVA revisa si su OPA sobre Banco Sabadell le resultaría rentable
Para el BBVA está clara su intención de «promover la fusión cuando la condición del Consejo de Ministros deje de estar en vigor», lo que según sus cálculos podría ocurrir en 6 u 8 meses. Si no puede haber fusión, entonces la operación desembocaría en un proceso de «integración» que llevaría todavía más tiempo y recursos, lo que también pondría en dificultades alcanzar los ahorros de costes y eficiencias operativas previstas. En todo caso, explica a la CNMV, si la fusión no pudiera completarse, podría dar lugar a la «imposibilidad de materializar gran parte de los beneficios esperados de la oferta, incluidos los ahorros de costes y otras eficiencias operativas”.
Y precisa a la CNMV que “la integración operativa de Banco Sabadell (incluida la migración del sistema informático de Banco Sabadell a BBVA)”, una vez pase ese periodo de tres o de cinco años “podría resultar especialmente difícil y compleja, podría desviar sustancialmente el tiempo, la atención y los recursos de la dirección, y podría suponer más costes, requerir más tiempo y recursos de lo previsto”. Por tanto, con estas premisas no parece que el BBVA vaya a seguir adelante con la OPA, aunque tampoco en su escrito lo confirma con rotundidad.
A modo de justificación de lo que puede pasar, el BBVA explica a la CNMV que “las adquisiciones son inherentemente arriesgadas por las dificultades que pueden surgir en la integración del personal, de las actividades y las tecnologías”, una vez pase ese periodo de tres años, por lo que “no es posible garantizar que los negocios que el grupo BBVA adquiera puedan integrarse con éxito o que, una vez integrados, tengan una evolución positiva, o que BBVA, tras la liquidación de la oferta y en la medida permitida por la condición del Consejo de Ministros, consiga coordinar los negocios de BBVA y Banco Sabadell, racionalizar las funciones administrativas duplicadas o generar ahorros en costes de financiación”, enumera.
Pero también insiste en que la unión con Sabadell “crea valor para los accionistas de ambas entidades, a pesar de que la condición del Consejo de Ministros retrasaría la implementación de las sinergias” y reconoce que “es posible que el grupo no concluya la oferta u otras operaciones en curso o futuras, en el momento oportuno”, después de que Sabadell haya vendido su filial británica TSB al Banco Santander y dado que la ley contempla su opción de desistir de la opa.
Por último, BBVA explica a la CNMV los objetivos en su nuevo plan estratégico dados a conocer a finales de julio. Espera alcanzar una rentabilidad ROTE promedio anual de alrededor del 22% en el periodo entre 2025 y 2028 y una generación de resultado en los ejercicios 025 a 2028 de 48.000 millones de euros.








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