BBVA lanza la ofensiva final por el Sabadell sin aumentar su oferta por ser «indiscutible»
Casi diecisiete meses después de que se conociera el interés de BBVA por adquirir el Sabadell llega el turno de los accionistas del banco catalán. … El momento que en la estrategia del presidente de la entidad vasca, Carlos Torres, se había fijado para el mes de octubre, pero del año pasado. Tras la prolongación de los trámites en Competencia y las exigencias de Moncloa –recurridas por el banco al Supremo–, este viernes la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha dado la luz verde definitiva al folleto de la opa más importante de la banca española en la última década.
El lunes comienza la hora de la verdad y hasta el 7 de octubre los accionistas del Sabadell deberán responder si aceptan o no la oferta. «Un momento histórico», ha insistido su presidente, «para unir dos bancos en su mejor momento» y «cuando en Europa hay un consenso para concentrar el sector y ser más competitivo». El banco resultante de la operación, ha dicho en una comparencia con los medios para explicar los detalles del folleto, mejorará su presencia en el mercado llegando a más sectores y geografías y elevando el crédito a empresas y familias en 5.400 millones al año. «Es una operación con una lógica indiscutible», ha sentenciado.
La propuesta consiste en pagar con una acción de la entidad vasca y 0,70 euros por cada paquete de 5,5483 títulos del banco vallesano. Así pues, BBVA no mejora la oferta tal y como demandaban algunos agentes del mercado. Y es que ese canje valora en cerca de 15.000 millones al Sabadell, un 8,7% menos de lo que cotizaba ayer en bolsa.
Así que la gran pregunta ahora es: ¿habrá mejoras en el proceso que se abre hasta el 7 de octubre? El mensaje ayer de CarlosTorres ha sido contundente: «la oferta es la que es, en el importe, en el plazo de 30 días para responder y en el 50% de aceptación que se requiere por parte de los accionistas delSabadell para seguir adelante». En román paladino, y siguiendo la buena praxis de cualquier negociación, el presidente de BBVA ha escenificado un ‘lo tomas o lo dejas’ apoyado en el respaldo que el mercado ha dado a las proyecciones de negocio del banco vasco hasta 2028. Unas cifras que presentó el 31 de julio, con hasta 48.000 millones de beneficio acumulado en ese periodo, que permitirán retribuir a sus accionistas con 36.000 millones.
Torres ha insistido en que la propuesta de BBVA «representa el mayor valor del Sabadell en una década» y si sus accionistas rechazan la invitación, «no pasa absolutamente nada porque tenemos un magnífico plan de futuro que han validado los mercados». Ha defendido que el pago con acciones de BBVA –que ha subido en bolsa– ha elevado un 42% el valor de la oferta del banco vasco desde que se conoció en mayo del año pasado. Además, señaló que los títulos del Sabadell están en máximos precisamente por la opa. En este sentido, el consejero delegado de la entidad vasca, Onur Genç, dijo que en la subida del banco catalán, además del buen desempeño de su equipo directivo, pesa «la especulación porque hay actores del mercado que buscan precisamente esa mejora». De ahí que Torres lanzara una advertencia al accionista delSabadell: «que piense si no sale la oferta qué pasa con su acción y que cada uno haga sus hipótesis».
Umbral de aceptación
Otra de las claves que fija el folleto es que la oferta está condicionada a la aceptación por un mínimo del 50% de los accionistas con derecho a voto. Un punto que mantuvo el presidente de BBVA, aunque la entidad abre la posibilidad a reducir al 30% ese porcentaje. Torres insistió en que «no prevemos modificar esa condición mínima» y explicó que el movimiento responde a una alineación de las normativas de España y EE UU.
En cualquier caso, es una de las medidas que permiten a la entidad jugar con todas las opciones en la recta final del proceso de aceptación. BBVA podrá, hasta 5 días antes del cierre del plazo, mejorar tanto la oferta o aceptar una rebaja hasta el 30% del porcentaje de acciones necesario. De hecho, en el documento aprobado ayer se asegura que, con un resultado inferior al 50%, «BBVA considera que la operación continuaría creando valor para los accionistas» y «que sería posible promover la designación de la mayoría de los consejeros de Banco Sabadell y, así, obtener el control efectivo». Eso sí, el proceso obligaría a formalizar una nueva opa con la complicación que eso supone.
Revisión de los dividendos
En cuanto a las sinergias de la operación, BBVA eleva sus previsiones en 50 millones hasta llegar a los 900 anuales. Una cantidad que se reparte con 510 obtenidos de ahorros de costes generales –centrados en la unificación tecnológica– , 325 de costes de personal –que supondrán un ajuste de la plantilla– y otros 65 en sinergias de financiación. Eso sí, la exigencia del Gobierno de España de mantener las dos marcas por separado y con gestión independiente durante al menos tres años compromete el plazo de tiempo para alcanzar estos ahorros. Los 900 millones no llegarán hasta 2029, una año más tarde de lo previsto inicialmente. En 2027 aparecerían las primeras sinergias con 175 millones, que ascenderían a 235 en 2028. En estas medidas, una vez acometida la fusión, la entidad prevé el cierre del 10% de la red combinada, una cifra que ascendería a 300 oficinas.
Sobre la política de dividendos, BBVA mantendrá el pago de los 2.500 millones comprometidos por el Sabadell por la venta del TSB. Pero en cuanto al plan prometido por la entidad catalana, que asciende a 6.400 millones hasta 2027, el folleto advierte que el banco vasco «revisará la política de remuneración al accionista», aunque Torres señaló ayer que «no quiere decir que se vaya a cambiar».








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