BBVA decide seguir adelante con la opa al banco Sabadell

BBVA decide seguir adelante con la opa al banco Sabadell



El BBVA, tras evaluar las condiciones impuestas por el Consejo de Ministros el pasado 24 de junio, ha decidido seguir adelante con su oferta pública de adquisición de acciones (opa) sobre el Banco Sabadell. «Una vez analizado dicho acuerdo, BBVA ha decidido no desistir de la oferta y, por lo tanto, la misma se mantiene vigente conforme a lo previsto en la normativa aplicable», concluye el comunicado de BBVA.

El Consejo de Ministros del pasado martes, 24 de junio, daba su visto bueno a la OPA con la condición de que ambas entidades (BBVA y Sabadell) mantuvieran su autonomía jurídica y gestión diaria de forma separada. La entidad bancaria ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que no tira la toalla y prosigue adelante con sus planes con la idea de que los accionistas del Sabadell puedan decidir cuanto antes su futuro.

El presidente del banco vasco, Carlos Torres Vila, ha afirmado que “el proyecto crea un enorme valor para los accionistas de ambas entidades y representa una oportunidad única para construir uno de los bancos más competitivos e innovadores de Europa».

Además, ha añadido que ambas bancas juntas conformaran una entidad más sólida, «con mayor escala y con capacidad para aumentar en 5.000 millones de euros anuales la financiación a familias y empresas, impulsando así el crecimiento económico de nuestro país”, ha añadido Vila.

El BBVA ha explicado que actualizará y publicará toda la información relevante una vez obtenga la aprobación del folleto de la opa por parte de la CNMV. Dicha aprobación se producirá previsiblemente en las próximas semanas. La decisión de seguir adelante con la opa tiene el soporte pleno y unánime del consejo de administración del BBVA.

Las condiciones del Gobierno

El plan inicial del BBVA pasaba por integrar en el grupo al Sabadell para obtener durante los tres primeros años unas sinergias o ahorros de 850 millones. Según los estudios del banco, conseguirían 450 millones en gastos de tecnología, 300 millones en gastos de personal y 100 millones en ahorros financieros.

Sin embargo, a la vista del rechazo desde un primer momento del Gobierno a una fusión entre ambas entidades, el comprador empezó a barajar un escenario en el que la entidad catalana se mantendría como filial del grupo. Esta es una situación similar a la del Santander, que tuvo durante más de dos décadas al Banesto en esta condición.

Un proceso de integración suele tardar un par de años en completarse y, además, el impuesto extraordinario a la banca tendría un coste mayor para el BBVA si integra al Sabadell, ya que es progresivo, por lo que mantener al banco catalán como filial del grupo tendría una cierta ventaja fiscal.

En el lado contrario está que las sinergias previstas en su día de 850 millones serían imposibles de conseguir, lo que a priori resta atractivo a la operación y obliga al BBVA a recalcular sus cifras y hace que el banco admita desde ya que necesitará más tiempo para materializarlas. Sobre el papel, el acuerdo del Consejo de Ministros impide que se lleven a cabo recortes de plantilla o cierres de sucursales ligados a la operación. A pesar de esto, no se cierra la puerta a que se dé esta situación si buscan maximizar el valor de cada entidad.

Aprobación de la CNMV

Como el BBVA sigue adelante con la opa, ahora queda que la CNMV apruebe el folleto para que pueda comenzar el periodo de canje. Durante este tiempo los accionistas del Sabadell tendrán que decidir si venden sus acciones al banco. Este tiene que durar un mínimo de 15 días, aunque no sería extraño que pueda alargarse hasta los 30 días. A pesar de esto no se contempla la posibilidad de que concluya en agosto y la ley permite que pueda alargarse hasta un máximo de 70 días. Debido a esto, la operación continuaría en septiembre.

Desde el Sabadell, cuya cúpula se defiende desde que se lanzó la opa, consideran que buena parte de los pequeños accionistas tendrían que pagar impuestos si aceptan el canje. Esto se debe a que, antes de recibir las acciones del BBVA, tendrían que vender las de la entidad catalana y tributar por la plusvalía que pudieran anotarse.

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Además de eso, el banco que lidera César González-Bueno ultima un plan estratégico que presentará el 24 de julio, coincidiendo con los resultados de la primera mitad del año, para convencer a sus accionistas del potencial de la entidad en solitario. Para esa fecha, el banco catalán sabrá si vende su filial británica, TSB. Esta acción le daría margen para anunciar un posible reparto de dividendos que podría animar a los accionistas a rechazar la oferta de canje del BBVA.

Venta del TSB

Por otro lado, el banco Santander ha presentado una oferta vinculante de 2.300 millones de libras (unos 2.600 millones de euros) a Sabadell por su filial británica TSB, según ha informado la agencia Reuters. Junto a Santander, la otra entidad que ha mostrado su interés por TSB es Barclays, aunque en este caso no ha trascendido si finalmente ha realizado oferta vinculante por la filial británica o no.

El plazo para presentar ofertas formales finalizó el pasado viernes y, en principio, solo estaban presentes en el proceso estas dos entidades, después de que NatWest se cayera de la puja por TSB. El siguiente paso tras el fin del plazo es que el consejo de administración estudie las ofertas y convoque a la junta de accionistas si finalmente opta por vender su filial británica, ante el deber de pasividad que se le impone por la opa que BBVA quiere lanzar sobre Sabadell. Según la agencia británica, el consejo se podría reunir el martes.

Sabadell planea tener su decisión sobre una posible venta de TSB antes del 24 de julio, lo que implica que el nuevo plan estratégico para el periodo 2025-2027 podría contar con proyecciones sobre esta operación.



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