atascos «curiosos», tranvías «de sobra» y lanzaderas poco frecuentadas
El partido amistoso de un Real Zaragoza (todavía con una plantilla alejada de lo que se espera que sea para cuando empiece la competición liguera) contra el Mirandés, este miércoles, tan solo ha conseguido completar el aforo del Ibercaja Estadio a la mitad. Aun así este ha sido buen número para ser un partido en miércoles, finales de julio y con el equipo todavía con escasos alicientes en forma de fichajes.
Y ello, además, ha servido como prueba para la flota urbana preparada para cubrir la primera temporada en el modular. Dado que la afluencia ha sido menor a lo que será en un partido de la liga normal, los desplazamientos también han sido más o menos de lo que se prevén para cuando comiencen los partidos oficiales.
Aun así ha habido algún que otro «problemilla» reseñable. Como por ejemplo, según algunos aficionados, aquellos que se han desplazado en vehículo propio han sufrido, en torno a las 19.30, un atasco «curioso» en la rotonda que une la avenida José Atarés y la salida de la autopista.
No obstante, trabajadores ubicados en uno de los aparcamientos han asegurado a este diario que «hasta 15 minutos antes del partido todavía había hueco de sobra al fondo».
Tranvía y lanzaderas
Los zaragozanos que han elegido acercarse a pie, aseguran por su parte «no haber tenido ningún problema para acceder al estadio». Tampoco los que han decidido coger el tranvía, que confirman que había convoys «de sobra» para un partido como el de este miércoles.
Para conseguir que el desplazamiento de la afición hacia el estadio modular transcurra de la forma más fluida posible, el Ayuntamiento de Zaragoza también ha preparado dos lanzaderas, que se complementarán con la línea del Tranvía y con los coches de los aficionados que prefieran acercarse al encuentro con su vehículo particular.
EL ESPAÑOL DE ARAGÓN ha probado de primera mano cómo funcionan estos autobuses, concretamente la línea EM1, con salida desde la calle diputados hasta el modular en un trayecto de unos 10 minutos hasta llegar al estadio portátil. Por su parte, el EM2 tiene salida desde el paseo de la Ribera y presta servicio con una flota de 9 autobuses.
A las 19.30 de este miércoles ha salido camino al partido uno de los buses de la EM1. Un trayecto con únicamente dos usuarios que mostraban con orgullo sus camisetas del equipo maño. Aunque no ha debido ser cosa del momento, ni tampoco del horario, puesto que el conductor del vehículo ha asegurado que en los viajes anteriores la afluencia ha sido «básicamente la misma».
No obstante, se trata de una primera prueba de fuego que ha servido a los conductores como «simulación» de lo que está por venir. En la salida nada más salir un bus, llegaba otro. Mientras que en la parada del modular se han quedado varios vehículos a la espera de que finalice el amistoso.
Y, pese a una ida con poca afluencia, al terminar del partido si se han usado ambas lanzaderas. «Se ha concentrado algo de gente, aunque muchos no sabían muy bien cual tenían que coger», explica un aficionado a este diario.
Lo que si que no se ha visto este miércoles en el modular han sido los conejos que se han estado alimentando del césped del campo. Eso sí, como se trata del primer partido, ni la media entrada ni tampoco la falta de los animalillos, son todavía muy significativas.













