¿Adiós a jubilarse a los 65? Gonzalo Bernardos y Niño Becerra avisan sobre el futuro de las pensiones en España
La sostenibilidad del sistema público de pensiones vuelve a ocupar un lugar central en el debate económico y político. El detonante esta vez llega desde el norte de Europa: Dinamarca acaba de aprobar una histórica reforma que eleva la edad legal de jubilación a los 70 años a partir de 2040, una decisión sin precedentes en el continente.
Este cambio no ha pasado desapercibido para expertos en economía como Gonzalo Bernardos, quien ha advertido con contundencia: “Es más que probable que España retrase la edad de jubilación en los próximos años”. En declaraciones recientes, el profesor y analista ha afirmado que el envejecimiento poblacional y las tensiones financieras del sistema obligarán a tomar medidas similares a las danesas. “Preparaos para lo que viene”, sentenció Bernardos.
Pero no está solo en esta visión. Santiago Niño Becerra, otro de los economistas más seguidos del país, ha sido igual de tajante: “Sin duda, la edad de jubilación en España se retrasará hasta los 70 años”. En su intervención semanal en La Ventana, de la Cadena Ser, Becerra ha insistido en que esta medida no es una hipótesis, sino un futuro inevitable.
El modelo danés como hoja de ruta
La decisión del Parlamento danés, aprobada con 81 votos a favor y 21 en contra, responde a una lógica implacable: la esperanza de vida no ha dejado de crecer y el sistema de pensiones necesita ajustarse a esta nueva realidad. Desde 2006, Dinamarca ya contemplaba reformas escalonadas vinculadas a la longevidad. Ahora, se convierte en el primer país europeo en fijar legalmente los 70 años como edad estándar de jubilación.
En España, el sistema ya ha experimentado ajustes. Actualmente, la edad legal para jubilarse es de 66 años y 8 meses, aunque quienes han cotizado más de 38 años y 3 meses pueden retirarse a los 65 años. Pero según los expertos, esto es solo un punto de transición.
¿Es viable el sistema público de pensiones español? Los expertos analizan, comparan y opinan / Archivo
España, en la misma dirección
“Nosotros seguiremos su ejemplo, más tarde o más temprano”, ha afirmado Bernardos. La demografía apoya su tesis: una sociedad más longeva, con tasas de natalidad históricamente bajas y una presión creciente sobre el gasto público en pensiones, apunta en una única dirección: reformar el sistema o arriesgar su colapso.
Niño Becerra va más allá y anticipa los primeros pasos del proceso: “El primer cambio será usar toda la vida laboral para calcular la pensión, no solo los últimos 35 años. Luego, aumentará la edad de jubilación. También se endurecerán las jubilaciones anticipadas”. Una advertencia que, aunque incómoda, parece alinearse con lo que viene ocurriendo en Europa.
Un cambio inevitable, según los expertos
Ambos economistas coinciden en que no se trata de una cuestión de si ocurrirá, sino de cuándo. Aunque el Gobierno español aún no ha presentado una propuesta formal, la presión fiscal, el déficit del sistema y el contexto internacional empujan en esa dirección.
Dinamarca se convierte en un laboratorio para el resto del continente. Y como apuntan Bernardos y Niño Becerra, España no podrá quedarse al margen. El debate está sobre la mesa y, según ellos, pronto se transformará en legislación.
El sistema de pensiones español se enfrenta a un punto de inflexión. La experiencia danesa y el consenso creciente entre los economistas más influyentes apuntan hacia una reforma estructural que incluirá un retraso en la edad de jubilación y nuevas fórmulas de cálculo. Una transformación que afectará de lleno a millones de trabajadores. Y, aunque suene a profecía pesimista, los datos demográficos y financieros la hacen más real que nunca.