A la 1:30 de la madrugada me sometieron a un examen sorpresa de estafas por SMS: así aprobé con sobresaliente
Hay noches en España en las que es más difícil dormir, por culpa del calor. Y Sevilla es una de esas ciudades donde hay días en los que a las 12 de la noche aún hay más de 30 grados en el exterior.
Así, cuando se consigue conciliar el sueño, la sensación de victoria es agradable, al menos hasta que una vibración en la muñeca te vuelve a despertar.
Llevo sin usar notificaciones en el móvil ocho años, y solo tengo vinculadas algunas al smartwatch. Y eso de día. De noche solo las llamadas y los SMS tienen acceso al reloj. Básicamente para poder recibir avisos de una emergencia.
Y eso es lo que sucedió hace unos días, cuando a las 1:30 de la madrugada me noté un aviso en la muñeca donde llevo el reloj y pensé de inmediato «Algo ha pasado, si no no me habría llegado una notificación.
Al mirar el reloj vi que era un SMS de mi entidad bancaria. Esto es importante. Muchas veces me llegan avisos de bancos en los que no tengo cuenta, y sé por ello que se trata de intentos de estafas. En este caso sí era justamente mi entidad, una además que es muy poco conocida.
Controlando la reacción
Mi primer instinto fue coger el móvil y abrir la aplicación de SMS, donde se me indicaba que se había completado con éxito la vinculación de un nuevo móvil, desde una ciudad española en la que jamás había estado.
Esto es relevante, porque da a entender al usuario que se trata de un intento de hackeo, dado que no es la misma ciudad en la que está el mismo.
Había también un enlace en el que se me pedía que pulsara si no reconocía esta actividad. Moví el dedo hacia el enlace… y justo en el último momento paré.
Incluso estando dormido como estaba, llegué a caer en la cuenta de que la vinculación de un nuevo dispositivo en mi entidad bancaria no era tan sencilla. Necesitaba borrar la vinculación del anterior, manualmente.
SMS muy similar al que yo recibí
El Androide Libre
De hecho es lo que me pasó en el análisis del Samsung Galaxy Z Fold 7, y luego tuve que volver a hacerlo cuando terminé el mismo y volví a mi móvil personal. Así pues, no podía haberse realizado un cambio.
Pese a eso, sin pulsar en el enlace, copié el texto del SMS y lo puse en Google. Uno de los primeros resultados fue de Maldita.es, un proyecto que se dedica a desmontar bulos. Y sí, este era uno de ellos.
Mi entidad bancaria era otra, y la localización también, pero el texto del mensaje era exactamente el mismo. Se ve que se lanzan miles de SMS con la esperanza de que alguno llegue a funcionar.
Tras eso entré en la aplicación del banco y comprobé que no había ningún otro dispositivo vinculado. De hecho, el mero hecho de que yo pudiera entrar era una garantía, porque no se pueden tener dos dispositivos simultáneos, al menos en mi entidad.
Pese a eso, también comprobé que no había habido movimientos extraños en las cuentas. Cuando se produce un acceso no autorizado, los delincuentes intentan extraer todo el dinero posible lo más rápido que pueden.
Y el hecho de que me llegara de madrugada tampoco fue una casualidad. Lo que buscan los delincuentes es que la prisa y la somnolencia jueguen en tu contra.
En mi caso no fue así, pero no tanto porque sepa lo que hay que hacer, porque todos podemos errar, sino porque todas las semanas alguien me pregunta si tal o cual SMS son verdad y nunca lo son, pero siempre les recomiendo lo mismo.
Qué hacer ante un SMS sospechoso
Si recibimos un SMS de un banco, con un aviso que genera emergencia, ya sabemos que tenemos que desconfiar. Y estos son los pasos que hay que seguir.
- No a la urgencia: los estafadores buscan crear una sensación de urgencia, así que no hay que caer en ella. Siempre hay que pensar antes.
- Buscar información: esto es algo que no mucha gente hace, pero buscando literalmente el texto que se nos ha enviado es muy probable que haya otros casos en la red, y sabremos que se trata de un intento de estafa.
- Nunca abrir el enlace: abrir el vínculo del SMS no siempre tiene que ser peligroso, pero ante estos casos lo mejor es no hacerlo.
- Jamás dar datos: En el caso de que pulsemos, jamás deberemos dar nuestros datos, aunque parezca que la interfaz de la web es la de nuestro banco.
- Bloquear el número: tras borrar el SMS lo mejor es bloquear al remitente, para que al menos desde ese móvil no nos lleguen más intentos de estafas.
Es normal que en algunas situaciones tardemos más en reaccionar que en otras, y tengo claro que en mi caso no caí porque mi cerebro había interiorizado los pasos que le había repetido hasta la saciedad a amigos y familiares, que con buen criterio siempre me preguntan antes.
Esto no quita que, en otra ocasión, tanto yo como cualquier otra persona podamos caer en una estafa de este tipo. En ese caso hay que contactar con el banco para que tomen medidas lo antes posible.
Este tipo de estafas también pueden llegar vía WhatsApp o por teléfono, así como otras que no son exactamente iguales pero sí similares y se pueden contrarrestar con los mismos pasos.










