el despido de Cook abre la puerta al control total del banco central
“Comisión Federal de Mercado Abierto. ¡Absurdo! O tenemos Mercado Abierto o tenemos Comisión Federal, ¡pero no podemos tener al primero cercado por la segunda!”, decía el ficticio magnate de las inversiones Andrew Bevel.
Qué reflexión haría ahora el personaje de Fortuna (Hernán Díaz, Anagrama, 2023) si supiera que no sólo existe el Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal (Fed), sino que el presidente de Estados Unidos, en este caso Donald Trump, está a punto de tener su control total.
El último paso para intentar conseguirlo ha sido el despido de Lisa Cook, economista y primera mujer afroamericana en ingresar a la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal tras ser nominada por Joe Biden en 2022.
El lunes Trump anunció públicamente su destitución de la Fed, alegando un supuesto fraude hipotecario. El mandatario justificó la medida por considerar que el comportamiento de Cook la inhabilitaba para ejercer su función.
Cook respondió rechazando cualquier falta y calificando el despido como un ataque directo a la independencia de la Fed. Argumentó que las acusaciones eran sólo un pretexto para desplazarla por sus posturas independientes sobre política monetaria.
La economista ha respondido interponiendo una demanda federal para bloquear el cese, alegando que la ley sólo permite la remoción de un gobernador con “causa justificada” y nunca por motivos políticos.
Ha dado así comienzo a una intensa batalla legal y política sobre la autonomía de la Fed y la injerencia presidencial.
Junta de Gobernadores
El despido de Cook, si se termina produciendo, tiene consecuencias más importantes que su propia salida. Cook forma parte de la Junta de Gobernadores de la Fed, uno de los dos organismos que conforman la cúpula del banco central estadounidense.
La Junta está formada por siete miembros. Uno de ellos es el presidente de la Fed, Jerome Powell, quien en todo momento ha defendido la independencia de la institución y la necesidad de esperar y ver antes de bajar los tipos de interés.
Pero Trump cuenta con dos gobernadores afines: Christopher Waller –su nombre se incluye en las quinielas para convertirse en próximo presidente de la Fed- y Michelle Bowman, recién nombrada vicepresidenta de supervisión.
Ambos, nombrados por Trump en su primer mandato, fueron los únicos que votaron a favor de un descenso de las tasas de referencia en julio.
Los gobernadores de la Fed Michelle Bowman y Christopher Waller durante una conferencia en la Universidad de Stanford.
Reuters
El republicano contará con otro puesto cuando el Senado dé el visto bueno a Stephen Miran. El ideólogo de los aranceles ocupará la vacante que deja Adriana Kugler, quien dimitió a principios de agosto.
Además de Lisa Cook, Phillip N. Jefferson, vicepresidente de la Fed, y Michael S. Barr completan la Junta. Como Cook, ambos fueron nominados por Biden. Barr dimitió de su cargo como vicepresidente de supervisión tras el regreso de Trump a la Casa Blanca.
El FOMC
De lograr despedir a Cook y nombrar un reemplazo, Trump contaría con cuatro gobernadores a favor y tres en contra. El camino hacia los recortes de tipos de interés -el republicano ha exigido un descenso de 100 puntos básicos- se despeja.
No sólo por las votaciones en sí, sino por la influencia que la Junta de Gobernadores puede ejercer sobre el Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed (FOMC, por sus siglas en inglés) y que es el otro organismo que rige el banco central.
El FOMC está formado por 19 miembros, los siete gobernadores de la Junta y los 12 presidentes de los bancos regionales de la Fed, desde Nueva York hasta San Francisco, pasando por San Luis o Minneapolis.
La clave reside en que cada junta regional nomina a un presidente para un mandato de cinco años, pero su aprobación definitiva recae en los miembros de la Junta de Gobernadores.
La Junta renueva a todos los presidentes regionales a finales de febrero cada cinco años. Es decir, la renovación tiene lugar los ejercicios que terminan en 1 o en 6, como el próximo.
Generalmente, suele ser una votación de procedimiento, en la que los nombramientos son aprobados. Sin embargo, en 2023 Waller y Bowman se abstuvieron en la nominación de Austan Goolsbee como presidente de la Fed de Chicago. Era la primera vez que ocurría algo así.
“Cuando se vuelva a votar la renovación en febrero de 2026, una mayoría de la Junta favorable a Trump podría, al menos en teoría, vetar o remodelar la dirección de los bancos regionales para los próximos cinco años”, señalan los analistas de Pimco.
Y es el FOMC el que toma las decisiones sobre los tipos de interés. De sus 19 miembros, 12 votan en cada reunión: los siete gobernadores de la Junta y cinco presidentes de los bancos regionales.
El presidente de la Fed de Nueva York emite siempre voto, mientras que los otros cuatro se turnan según la rotación anual.
Por ello, subrayan desde Pimco, “los cambios de carácter político podrían afectar a las decisiones de política monetaria a lo largo del tiempo”.
“No hay precedentes de nada de esto, pero algunos juristas también sostienen que una mayoría de cuatro miembros de la Junta de Gobernadores podría destituir a los presidentes de los bancos regionales fuera del ciclo normal de reelección de cinco años”, añaden.
Para ello, tendrían que justificar el motivo de la destitución.
“Territorio desconocido”
Ante la injerencia de la Casa Blanca, la Fed se adentra en “territorio desconocido”.
“Es probable que la destitución de Cook sea objeto de litigio […] Si no obtiene una orden judicial contra la decisión del presidente, el puesto podría permanecer vacante mientras el caso se tramita en los tribunales”, subrayan desde Pimco.
La gobernadora de la Fed, Lisa Cook.
Reuters
“Incluso si los tribunales confirman la destitución de Cook por causa justificada, la confirmación por parte del Senado de la persona que ocupará su vacante sigue siendo incierta, a pesar de la mayoría republicana”, añaden desde la misma gestora.
En su opinión, “la posibilidad de que un bloque de cuatro miembros [que simpatizan con Trump] esté dispuesto a ejercer su derecho de veto sobre los presidentes de los bancos regionales introduce una mayor incertidumbre en una situación turbulenta para la política monetaria y la economía en general”.
El nerviosismo ha comenzado a recorrer el FOMC. Según ha publicado Bloomberg, varios presidentes regionales de la Fed intercambiaron varias llamadas el lunes sobre las posibles consecuencias que el despido de Cook tendrá en la institución.















