La industria del motor presiona por carta a Bruselas para acabar con la prohibición de coches de combustión en 2035
La industria automovilística europea se planta ante Bruselas. Los fabricantes y proveedores del sector han enviado una carta a la presidenta de la Comisión Europea, … Ursula von der Leyen, en la que reclaman revisar los planes comunitarios de descarbonización y, en particular, la prohibición de la venta de vehículos de combustión prevista para 2035.
El mensaje llegará en persona el próximo 12 de septiembre, cuando los principales dirigentes de la patronal ACEA (fabricantes) y de la asociación CLEPA (proveedores) participen en el Diálogo Estratégico sobre el futuro de la automoción convocado por la Comisión.
En la misiva, ambas organizaciones aseguran que los actuales objetivos climáticos de la UE «ya no son viables en el mundo de hoy». Alegan que el sector sufre una dependencia casi total de Asia en la cadena de valor de las baterías, una infraestructura de recarga insuficiente, costes de electricidad más altos que los de sus competidores y aranceles comerciales que lastran las exportaciones, como el 15% que aplica Estados Unidos a los vehículos europeos.
Actualmente, los eléctricos de batería apenas representan un 15% del mercado en turismos, un 9% en furgonetas y un 3,5% en camiones, cuotas insuficientes —afirman— para cumplir los compromisos de 2030 y 2035.
El sector reclama una estrategia «más realista» que incluya subvenciones a la compra, menores costes de recarga, reducciones fiscales y ventajas de acceso urbano. También piden mantener abiertas distintas tecnologías de propulsión: híbridos enchufables, motores de combustión interna altamente eficientes, hidrógeno y combustibles descarbonizados.
«Las sanciones y mandatos legales no bastan para impulsar la transición. Necesitamos un marco flexible, competitivo y orientado al mercado», subraya la carta firmada por Ola Källenius, presidente de ACEA y CEO de Mercedes-Benz, y Matthias Zink, presidente de CLEPA y directivo de Schaeffler.
Además, urgen a adelantar la revisión de los estándares de emisiones para camiones y autobuses —prevista para 2027—, al considerar que el transporte comercial requiere incentivos inmediatos para iniciar su transformación.
Advertencia a la UE
El texto concluye con un aviso: sin políticas que refuercen la competitividad industrial, Europa corre el riesgo de «desmantelar su base productiva, perder empleos de calidad y ceder el liderazgo tecnológico a otras regiones».
Por su parte, la Comisión Europea mantiene de momento su compromiso con la eliminación de las ventas de turismos de combustión en 2035, en línea con el paquete climático Fit for 55, aunque se abre ahora un debate en el que la industria pide pragmatismo frente a la rigidez de los objetivos.















