China evidencia signos de ralentización económica en julio por las tensiones comerciales con EE.UU.
Los últimos datos macroeconómicos publicados en China han generado preocupación sobre la salud de la segunda economía más grande del mundo. Se sugiere que el país podría estar perdiendo impulso en el arranque del tercer trimestre, afectado por las prolongadas tensiones comerciales con Estados Unidos y un debilitamiento del consumo interno.
Producción industrial en desaceleración
Según la Oficina Nacional de Estadística (ONE), la producción de las fábricas chinas en julio aumentó un 5,7% interanual, marcando una desaceleración significativa desde el 6,8% observado en junio. Este crecimiento representa el menor incremento desde noviembre del año pasado.
Por sectores, se observaron diferentes comportamientos: el valor agregado de la minería subió un 5% interanual, el de la manufactura un 6,2%, y la producción y suministro de electricidad, energía térmica, gas y agua un 3,3%. Destacan el valor agregado de la fabricación de equipos, que aumentó un 8,4%, y el de la fabricación de alta tecnología, que creció un 9,3%.
En los primeros siete meses de 2025, el valor añadido total de las empresas industriales chinas aumentó un 6,3% interanual, reflejando una tendencia positiva a pesar de la desaceleración reciente.
Consumo interno en desaceleración
En cuanto al consumo interno, en julio las ventas minoristas en China aumentaron a un ritmo interanual del 3,7%, desacelerándose respecto al 4,8% del mes anterior. Este crecimiento representa el menor incremento desde finales de 2024, lo que sugiere una disminución en la demanda interna.
Acuerdo entre Estados Unidos y China
A principios de semana, Estados Unidos y China anunciaron un acuerdo para extender la suspensión de una parte sustancial de los aranceles aplicados mutuamente. Tras reunirse en Estocolmo (Suecia) el 28 y 29 de julio, ambas naciones acordaron prolongar esta suspensión durante tres meses más.
Según el presidente estadounidense, Donald Trump, esta extensión implica que «el resto de elementos del acuerdo permanecerán sin cambios» y establece una nueva fecha límite para el 10 de noviembre.
En un comunicado conjunto, se detallaron los términos de este acuerdo, que mantienen los aranceles a las importaciones chinas en Estados Unidos en un 30% y los gravámenes a los productos estadounidenses en China en un 10%. Estas cifras representan una disminución significativa en comparación con las tarifas previamente anunciadas del 145% y 125%, respectivamente.















