Cajamar no encuentra el camino y tira de provisiones para…
Los resultados del primer semestre de Cajamar, difundidos este martes por la entidad, son una continuación de los del primer trimestre. Poco o nada ha cambiado en el Grupo Cooperativo, que sigue sufriendo la bajada de tipos del Banco Central Europeo.
Empezando por el final, el beneficio neto alcanzó los 177,6 millones de euos, un 2% más que el año anterior, pero tal y como sucedió durante los tres primeros meses del ejercicio, se debió a las menores provisiones (-52%) y al recorte de las pérdidas por deterioro de activos financieros (-23,9%).
Lo cierto es que el negocio típicamente bancario no logró sobreponerse a la bajada de tipos y el margen de intereses cayó un 11,9%, hasta los 540,6 millones de euros. Las comisiones, por su parte, aumentaron un 11,8% y alcanzaron los 167,9 millones, una cantidad significativa pero insuficiente.
Como sucedió en el primer trimestre, lo mejor del periodo fue la actividad comercial, que siguió aumentando a buen ritmo. Así, la inversión crediticia creció un 7,6%, hasta los 40.475 millones de euros, con una tasa de morosidad que se situó en el 1,78%, frente al 1,96% de junio de 2024.
Además, los recursos gestionados minoristas aumentaron un 10,6%, impulsados tanto por los de balance (+7,6%) como por los de fuera de balance (+24,2%).
Cajamar cerró el primer semestre con unos holgados coeficientes de solvencia (‘phased in’ del 16,3% y la ratio CET 1 del 14,1%), una rentabilidad sobre recursos propios (ROE) del 8,03% (frente al 8,53% de un año antes) y una ratio de eficiencia que empeoró ligeramente hasta el 50,67%, frente al 45,62% de junio de 2024.
Cajamar tiene deberes encima de la mesa.

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