Unicaja paga este año cuatro veces menos por el impuesto a la banca gracias a la nueva progresividad del tributo
A principios de año, el Gobierno decidió modificar el otrora gravamen temporal para las entidades financieras que puso en marcha hace tres años. Ya no se trata de un gravamen, sino de un impuesto, y una de las principales novedades es que ya aplica a todos los bancos.
El que está en vigor en la actualidad, además, introdujo una progresividad para que las entidades grandes paguen proporcionalmente más que las pequeñas. En consecuencia, este año algunos bancos han tenido que abonar más que el pasado y otros menos, independientemente de si han registrado unos ingresos mayores o menores.
En el caso de Unicaja, la progresividad le va a permitir ahorrarse un importe considerable respecto al año pasado, cuando abonó por el impuesto a la banca unos 79 millones de euros.
Este año va a pagar unos 20 millones, a razón de 5 millones cada trimestre, lo que supone casi cuatro veces o un 75% menos. La entidad, además, ha recurrido los abonos al considerar que el impuesto es injusto.
El Ejecutivo tenía la idea inicial de hacer este tributo indefinido, aunque finalmente sólo se aplicará durante los próximos tres ejercicios, incluido 2025.
Pese a los cambios, el impuesto sigue gravando los ingresos por comisiones e intereses del sector, en lugar de sus beneficios, algo que da alas al sector para recurrirlo en los tribunales.
Pago diferente
El hecho de que el tributo haya dejado de ser un gravamen para ser un impuesto ha cambiado también la forma de pago y de anotarse el cargo en las cuentas de los bancos.
Mientras que antes las entidades debían apuntar el gasto de una sola vez, en el segundo trimestre del ejercicio, ahora lo dividen y lo pagan durante todo el año, pues lo abonan según se va devengando.
Los cambios introducidos en el tributo, además, provocan que algunas entidades no tengan que pagarlo directamente. Es el caso de Bankinter, como explicó su consejera delegada, Gloria Ortiz, en la presentación de los resultados del primer trimestre, el pasado abril. También ocurre con ING.
Esto es así porque la normativa que lo puso en marcha contempla la posibilidad de que el sector se deduzca un 25% de la cuota líquida del Impuesto de Sociedades al tener que abonar este tributo. Como esa cifra es superior a lo que correspondería al gravamen extraordinario, el banco no tendrá que pagar nada.













