Gonzalo Bernardos tiene la solución para bajar el precio del alquiler de la vivienda: «Esa es la clave»
La vivienda sigue siendo uno de los debates recurrentes a pie de calle y en los medios de comunicación, más aún en un país donde mayoritariamente se busca ser propietario. El problema es que cada vez hay menos oferta y la demanda no baja ni bajará, como ya ha advertido el Banco de España, con lo que la tensión del mercado aumenta, tanto en compra como en alquiler. En este último caso, donde muchos deben permanecer ante la imposibilidad de poder permitirse una hipoteca, Gonzalo Bernardos ha querido dar soluciones para el precio de alquiler baje. Tiene claro lo que no funcionará y lo que sí, aunque no depende de su solo factor y de un solo responsable.
Acceder a una vivienda en propiedad se ha convertido en una misión cada vez más difícil para las nuevas generaciones. En comunidades como la valenciana, el precio del metro cuadrado ya supera los 2.250 euros, mientras que los salarios apenas han crecido en las últimas décadas. La consecuencia es clara: cada vez más jóvenes abandonan la idea de comprar una casa y optan por el alquiler, alimentando una espiral de precios al alza que pone aún más presión sobre el mercado inmobiliario.
Según el economista Gonzalo Bernardos, uno de los factores clave que explican esta situación es la subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), que ha encarecido significativamente los créditos hipotecarios. «Muchas personas que antes podían comprar ahora no pueden hacerlo», señala. ¿La alternativa? El alquiler. Pero con una demanda creciente y una oferta limitada, los precios del arrendamiento también se han disparado.
El círculo vicioso del alquiler: menos compras, más demanda
Los datos lo confirman: la demanda de alquiler no deja de aumentar, pero el parque de vivienda disponible sigue siendo insuficiente. España cuenta con una proporción de viviendas en alquiler mucho más baja que otros países europeos como Alemania, Países Bajos o Francia. Además, una gran parte de esta oferta está en manos de pequeños propietarios, que muchas veces actúan sin una estrategia profesional de gestión.
Esta combinación —escasez de oferta y auge de la demanda— ha provocado que en ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia, encontrar un piso de alquiler por menos de 1.000 euros se haya convertido en una odisea. Y no se trata de viviendas de lujo, sino de inmuebles con características estándar. La situación es especialmente crítica en zonas céntricas o bien comunicadas, donde el precio del alquiler mensual puede superar los 1.200 euros sin grandes prestaciones.
La única ciudad española, según Gonzalo Bernardos, donde hay oportunidad de una compra inmobiliaria con potencial
¿Por qué suben tanto los precios?
El problema es estructural. Como explica Bernardos, «tenemos que construir más y ofrecer incentivos reales para aumentar el parque de vivienda en alquiler». Para él, la clave no está en regular los precios —una medida adoptada en algunas zonas como Cataluña con resultados cuestionables— sino en impulsar políticas que incentiven la inversión privada y la construcción de nueva vivienda.
Entre sus propuestas figuran la reducción de impuestos a la vivienda, la agilización de licencias urbanísticas y tramitación administrativa, y la colaboración público-privada, con cesión de suelo para desarrollar proyectos de vivienda asequible. En definitiva, garantías para que invertir en alquiler resulte rentable para el propietario.
Desde su punto de vista, medidas como la limitación de rentas o la congelación de precios generan el efecto contrario: los propietarios retiran viviendas del mercado y disminuye la calidad del parque disponible.
La evolución del mercado hipotecario puede ofrecer un respiro. Si, como prevé Bernardos, el Banco Central Europeo inicia una bajada gradual de los tipos de interés en lo que queda de 2025, podríamos asistir a una tímida reactivación de las compras. Esto aliviaría ligeramente la presión sobre el mercado del alquiler, aunque no resolvería el problema de fondo: la escasez de vivienda.
«No se trata solo de intervenir precios o regular. Hay que aumentar la oferta y facilitar el acceso», insiste el economista. De lo contrario, advierte, la situación del alquiler en España puede ir a peor, especialmente en un contexto donde la demanda juvenil sigue creciendo y las rentas familiares no acompañan.
La brecha entre el precio de la vivienda y el nivel salarial actual supone una barrera estructural para la emancipación de los jóvenes. Muchos menores de 35 años destinan más del 40% de su sueldo al alquiler, muy por encima del umbral del 30% que recomienda el Banco de España para no caer en una situación de vulnerabilidad financiera.
Organizaciones sociales y expertos en urbanismo reclaman soluciones estructurales y a largo plazo: desde nuevas fórmulas de cohousing y alquiler social, hasta planes urbanísticos que prioricen vivienda pública en lugar de grandes desarrollos orientados a la inversión extranjera.
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Etiquetas: Mercado inmobiliario, Hipotecas
Diccionario: Vivienda, Banco de España, Alquiler


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