Pep Florit, Maestro del taller de mestres d’aixa de Patrimoni del Consell: «En la actualidad, es más fácil ser ‘youtuber’ que payés o ‘mestre d’aixa’»
¿Cómo valora la situación de la profesión de mestre d’aixa a día de hoy?
Inexorablemente, para bien y para mal, estamos rodeados de agua. Y a partir de este hecho, que cada cual extraiga sus conclusiones. Nos podemos alimentar de lo que nos llega de fuera, pero lo que vengo observando desde mi experiencia en el taller de mestres d’aixa en el departamento de Medio Ambiente del Consell de Mallorca, desde el antiguo aeródromo de Son Bonet es que muchas personas se fijan en el trabajo artesanal que se hace en Mallorca. Los mallorquines hemos sido bastante buenos en conservar y hacer perdurar a lo largo de la historia. Los mestres d’aixa eran contratados en su tiempo como mercenarios por otros estados, para construir embarcaciones de madera. Tengo claro que no seríamos lo que somos como sociedad sin el papel de mestres d’aixa, de payeses y todas las personas que han llevado a cabo aquellos oficios que quizá no están tan valorados como deberían. En otras palabras, en la actualidad es más fácil ser youtuber que payés o mestre d’aixa. Un mestre d’aixa es un carpintero. Los hay de líneas rectas y los hay de líneas curvas, y ahí estamos nosotros. Además, hablamos de curvas que, necesariamente, tienen que ser funcionales. El mestre d’aixa construye un mueble que debe navegar, y además se debe hacer manteniendo unos estándares de seguridad. Hablamos de un trabajo que se desarrolla en equipo: una persona sola no construye un barco. Es un ecosistema de profesionales que deben trabajar bien alineados.
¿Es una profesión con presente y futuro en la isla?
Yo le veo un buen futuro por delante. En el taller del Consell de Mallorca, recibimos visitas de personas que nos preguntan con quién pueden contactar para llevar a cabo determinado trabajo en su embarcación, nosotros les ponemos en contactos con los artesanos que están en activo, sin entrar en competencia con ellos ya que el trabajo que realizamos en el taller se limita a colaborar con entidades públicas o asociaciones sin entrar en actuaciones de carácter privado o particular. Hemos de tener claro que hablamos de un oficio que requiere de un trabajo manual en contacto con materia prima. ¿Por qué un país invade a otro? Básicamente y, sobre todo, por las materias primas. Nosotros trabajamos con materia prima (la madera extraída de los árboles) y la procesamos nosotros, lo cual también es importante. Trabajamos sobre la base de cosas que ya se han hecho: el material con el que operamos se ha demostrado que funciona a lo largo del tiempo, la gente se ha ganado la vida con estas herramientas (ya se conoce el dicho mallorquín la feina, la fa s’eina), y las técnicas utilizadas también son adecuadas. Las mejoramos en la medida de lo posible: entre otras cosas, las formas han ido cambiando según los usos. Todo ello nos da esperanza para que siga en vigor la profesión de mestre d’aixa, con las preceptivas adecuaciones a la realidad de cada momento y cada época.
«El mestre d’aixa construye un mueble que tiene que navegar, y debe hacerlo con seguridad»
¿Cuántos mestres d’aixa hay en Mallorca en 2025?
La carta de maestro artesano la tenían en Mallorca unas 15 personas, algunas de las cuales ya se han jubilado o incluso han fallecido. Por tanto, diría que hay solamente seis o siete. Talleres, que recuerde, únicamente los tenemos en el Puerto de Pollença, en Porto Cristo, en Portocolom y en Vilafranca. Y, evidentemente, quiero subrayar la enorme importancia que tiene el sector privado para nuestro sector. Sin ellos, la evolución que ha tenido no se hubiera dado. Nosotros simplemente ponemos en valor su labor y le damos un plus añadido, trabajando y dando a conocer conceptos que ellos en su día a día y con la vorágine del mercado no pueden permitirse
¿Qué se requiere para trabajar como mestre d’aixa?
Básicamente, hay que tener ganas y herramientas. Y, si es posible, un taller, que tiene que tener el visto bueno de la Dirección General de Industria del Govern. Uno no puede firmar planos sin ser ingeniero. Nosotros los diseñamos, y luego viene el ingeniero para rubricarlos con su firma. Con ello, ya tendremos validado el proyecto para avanzar. ¿Titulación? Ocurre que, como en otros oficios, el de mestre d’aixa era una profesión hereditaria y ha visto cómo en muchos casos no se ha producido el necesario relevo generacional. Los hijos han preferido ser maestros de escuela que mestres d’aixa: quizá han visto que en ese oficio se pasa frío en invierno y calor en verano, pero por otra parte es un trabajo bien pagado. Ocurre como con los fontaneros u otras profesiones: hace diez años nadie quería trabajar como tal, pero en los últimos tiempos se ha visto que son muy necesarios. Cuando empecé en esto, hace 25 años, fue porque el Consell de Mallorca observó que la profesión de mestre d’aixa estaba en decadencia, como también ocurría con los margers. En la actualidad, existen grados medios de Formación Profesional que tratan sobre mantenimiento de embarcaciones en la rama de Transporte y Mantenimiento de Vehículos. Por otra parte, también hay certificaciones profesionales de temáticas vinculadas con el mar. En todo caso, los mestres d’aixa han sido y son los referentes, los modelos a seguir. Cabe decir que no era fácil ascender en el escalafón profesional; me refiero a que el mozo trabajaba como tal durante muchos años.
«Muchos secretos del oficio se han perdido por el miedo de compartir conocimientos»
¿Ha habido suficiente transmisión del conocimiento y de las técnicas constructivas?
Muchos secretos se han perdido por el miedo de compartir esos conocimientos con otros. Aquí tenemos plantillas (patrones con los que se hacen las embarcaciones) cedidas por mestres d’aixa que no los había visto nadie más, ni siquiera sus esposas. Hace 25 años, con la puesta en marcha del taller del Consell de Mallorca, empezamos a tener contacto con ellos y observamos que si no había relevo generacional, como hemos hablado, y se quedaban con sus secretos, se morirían con ellos. Y aquí, en nuestras instalaciones, contamos con plantillas cedidas por notorios mestres d’aixa, que catalogamos y devolvemos a sus propietarios una vez concluido el trabajo ya que ellos son los mejores guardianes del saber. Nosotros simplemente nos encargamos de que ese saber pueda perdurar en el tiempo. Del mismo modo recopilamos su conocimiento vital, de cómo trabajaban, como gestionaban el material que utilizaban, en resumen, patrimonio oral que, sin lugar a dudas, es parte de nuestro ADN. Auténticos tesoros.
Detállenos el proceso de construcción de una embarcación de madera.
Cabe considerar que a menudo la idea inicial y el producto final no se parecen demasiado, es parte de un proceso evolutivo; les insistimos a los alumnos que nos visitan que no se frustren por ello, porque son muchos los factores que juegan su papel durante este proceso. Debemos partir de la premisa, en todo caso, de que velocidad y estabilidad son parámetros que se contraponen: a mayor velocidad, menor estabilidad y viceversa. De un modo sintético, diremos que tenemos varias fases en la construcción de una embarcación de madera. En primer término, el diseño, donde ya trabajamos sobre la madera (un prisma rectangular) para obtener las líneas de agua: trabajamos en simetría y con proporciones (cada tipología de barco tiene las suyas). Y operamos a escala, por lo general 1/10, para pasar seguidamente de las tres dimensiones del modelo a las dos del plano de formas y, ya a escala real, obtenemos la caja de plantillas (cada embarcación tiene la suya). Desde la idea inicial, con el prisma rectangular de madera hasta las líneas de agua y la caja de plantillas se sigue un proceso evolutivo; por lo tanto, está sujeto a modificaciones en cada una de las fases
¿Puede la Inteligencia Artificial ayudar en ese proceso?
Puede ser un elemento enriquecedor. Pongo un ejemplo: en el proyecto ‘Gàlibs’, que llevamos a cabo desde el departamento de Medio Ambiente del Consell, uscamos modelos de varios mestres d’aixa. ¿Qué hacemos con ello? En primer lugar, fotografiamos y documentamos; luego lo pasamos al papel y finalmente, con el programa correspondiente, lo introducimos en el ordenador. ¿Qué papel puede jugar ahí la IA? Nos puede ayudar a mejorar esas formas, nos permite ponerlas en común y, con ello, hacer evolucionar el diseño. Además, la Inteligencia Artificial también nos puede ayudar en determinadas fases del proceso de construcción y en poner en orden todo el material recopilado. Nosotros nos adaptamos a todas aquellas herramientas que nos puedan ayudar a desarrollar mejor nuestro trabajo, siempre teniendo como premisa el trabajo y conocimientos que los mestres nos han dejado en herencia. Y con la Inteligencia Artificial no es una excepción.
Materias primas: selección y tratamiento
La buena elección de la materia prima (madera) y su posterior tratamiento son elementos clave para que los proyectos lleguen a buen puerto.
Sobre esta cuestión, Pep Florit explica el tiempo que transcurre para completar el proceso de construcción de una embarcación: «Hablamos de cuatro años. En ese período, se incluye el tiempo necesario para conseguir el material con el que queremos trabajar. El proceso de diseño (configurar el modelo y obtener las plantillas) puede alargarse hasta las dos o tres semanas. Para la obtención de la materia prima, tenemos dos opciones: la primera es obtenerlas de nuestro propio territorio; es decir, conseguir materia prima autóctona, de las fincas públicas del Consell de Mallorca; la segunda, opción consiste en importarlas».
A continuación, Florit argumenta cuál es la opción más idónea: «La opción más recomendable, con mucha diferencia y por varios motivos, es la primera. En ese caso, se suelen marcar los árboles en diciembre y se cortan en Luna Vieja, por lo general de enero: es una cuestión de circulación de savia y de que el árbol no tenga demasiada acumulación de líquidos en su interior). A partir de ahí, descortezamos, hacemos los gruesos necesarios y procedemos al proceso de curado por inmersión en un safareig. En esa inmersión se buscan cuatro objetivos: control de temperatura (ahí no hay oscilación térmica), evitar la radiación solar, eliminar la oxidación y el añadido de sal como conservante natural».
Por último, Pep Florit subraya que «en esa situación de inmersión, el árbol cortado permanecerá un mínimo de tres años. Y, finalmente, deberá estar siete u ocho meses hasta su completo secado. Los árboles de kilómetro 0 con los que solemos trabajar son encina, pino, acebuche y algarrobo. Usamos una madera u otra en función del emplazamiento de la pieza respectiva en la embarcación».
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