▷ Dividendo Santander 2025: fechas, rentabilidad y fiscalidad
El 3 de noviembre de 2025, Banco Santander abonará un dividendo a cuenta de 0,115 € por acción con cargo a los resultados del ejercicio en curso. La cifra representa un incremento del 15 % frente al pago equivalente del año anterior y refuerza la política de retribución creciente que la entidad presidida por Ana Botín mantiene desde hace varios ejercicios.
Con este nuevo pago, la entidad vuelve a poner de manifiesto su modelo equilibrado de remuneración al accionista, que combina dividendos en efectivo y recompras de acciones, con el objetivo de aumentar el valor para los inversores sin comprometer la solidez del balance ni los niveles de capital.
A lo largo de 2025, Santander ya ha distribuido un primer dividendo complementario en mayo, correspondiente al ejercicio 2024, por un importe de 0,10 € por acción, al que se suma el dividendo de 0,11 € abonado en noviembre de 2024. En conjunto, los accionistas habrán percibido más de 0,21 € por acción en efectivo durante el año, a los que se añadirá el nuevo pago de noviembre con cargo a 2025, elevando la retribución total anualizada del grupo a niveles históricamente altos.
Fechas clave para el inversor: cómo cobrar el dividendo
Para acceder al cobro del nuevo dividendo, los inversores deben tener en cuenta un calendario preciso que determina quién tiene derecho al pago y cuándo se ejecuta. El último día de negociación con derecho al dividendo será el 29 de octubre de 2025, lo que implica que las compras realizadas hasta esa fecha inclusive quedarán registradas a efectos del reparto.
A partir del 30 de octubre, la acción comenzará a cotizar ex-dividendo, es decir, sin derecho a percibir el pago. Las compras efectuadas desde ese día ya no permitirán cobrarlo. La fecha de registro (record date) será el 31 de octubre, momento en el que se establecerá oficialmente qué accionistas figuran en los registros del banco y, por tanto, recibirán el abono. Finalmente, el pago se hará efectivo el 3 de noviembre de 2025, mediante ingreso automático en la cuenta de valores o cuenta corriente asociada a las acciones.
El procedimiento es totalmente automático: el inversor no debe realizar ningún trámite. Las entidades depositarias o intermediarios financieros gestionan la liquidación y reflejan el ingreso en la cuenta del cliente. En la mayoría de los casos, el abono se efectúa durante la mañana del mismo día de pago y el importe aparece en el extracto bajo el concepto “Dividendo Banco Santander”.
Fiscalidad: cuánto se cobra realmente
Desde el punto de vista fiscal, el dividendo de 0,115 € por acción se considera un rendimiento del capital mobiliario y está sujeto a una retención del 19 % en el momento del cobro. El accionista recibe, por tanto, el importe neto tras la retención, aunque deberá incluirlo posteriormente en su declaración del IRPF.
El sistema tributario español establece que los primeros 6.000 € de rendimientos tributan al 19 %, los siguientes hasta 50.000 € al 21 %, y las cantidades superiores a 50.000 € al 23 %. Conviene recordar que la retención practicada por el banco actúa como un pago a cuenta del impuesto, de modo que el contribuyente podrá ajustar el resultado final en su declaración anual en función de su tipo marginal.
De cada acción del Santander que pague 0,115 € brutos, el accionista recibe 0,09315 € netos. Un inversor con 10.000 acciones ingresará 931,50 € netos, tras aplicar una retención de 218,50 € sobre los 1.150 € brutos. Esa cantidad retenida se regularizará más adelante en la declaración de la renta.
Ejemplo práctico: cómo se materializa el cobro
Supongamos que un inversor adquiere 5.000 acciones del Banco Santander el 28 de octubre de 2025, a un precio de 2,10 € por título. Su inversión total sería de 10.500 €.
Al haber comprado antes del 29 de octubre, figurará en el registro de accionistas y tendrá derecho al cobro del dividendo el 3 de noviembre.
El cálculo sería el siguiente:
Importe bruto total: 0,115 × 5.000 = 575 €
Retención (19 %): 109,25 €
Importe neto recibido: 465,75 €
Ese día, el inversor verá reflejado el ingreso en su cuenta y, simultáneamente, la acción mostrará un descenso técnico equivalente al importe del dividendo descontado. Si la cotización cerró a 2,10 € el día anterior, lo habitual será que abra en torno a 1,985 €.
Pese a ese ajuste automático, el valor suele recuperar terreno gradualmente si el entorno de mercado es favorable o si el dividendo se percibe como un signo de fortaleza empresarial. Por ello, muchos accionistas de largo plazo mantienen sus títulos sin preocuparse por el movimiento técnico, priorizando la acumulación de rentas recurrentes.
Dividendo BBVA 2025: importe, calendario y fechas clave del pago
Rentabilidad por dividendo: uno de los más altos del IBEX 35
En términos de rentabilidad por dividendo, Santander ofrece un rendimiento aproximado del 5,5 % anual, tomando como referencia un precio de cotización de 2,10 € por acción. Este nivel lo sitúa entre los valores más rentables del IBEX 35 y por encima de la media del sector bancario europeo, que ronda el 4 %.
El grupo ha consolidado una política de retribución creciente y predecible, basada en un payout del 50 % del beneficio neto, distribuido entre pagos en efectivo y recompras de acciones. En el ejercicio 2025, esta estrategia se refuerza con dos pagos en metálico: 0,10 € por acción en mayo y 0,115 € en noviembre, lo que eleva la retribución total a 0,215 € por acción y sitúa la rentabilidad acumulada en torno al 10 % en dos años.
Un inversor con 10.000 € invertidos en acciones del Santander obtendría aproximadamente 550 € anuales en dividendos brutos, una cifra que supera con creces la rentabilidad media de los depósitos o letras del Tesoro (entre el 2 % y el 3 %).
Un retorno competitivo que refuerza el atractivo del valor para el inversor a largo plazo
Además, las recompras de acciones refuerzan el retorno total, reduciendo el número de títulos en circulación y mejorando el beneficio por acción (BPA). Con esta política dual —dividendo más recompra— la rentabilidad efectiva total se aproxima al 7 %, un nivel muy competitivo dentro de la gran banca europea.
La consistencia de Santander en el reparto de beneficios es otro de sus puntos fuertes. Incluso en los años más complejos, la entidad mantuvo un compromiso constante con la retribución, ajustando formatos pero sin renunciar a su compromiso con el accionista. En los últimos tres años, el regreso al dividendo 100 % en efectivo ha reforzado la confianza del mercado y la fidelidad de sus inversores institucionales y minoristas.
Estrategias avanzadas con dividendos: optimizar la rentabilidad más allá del cobro periódico
El mantenimiento de un dividendo predecible en un entorno de desaceleración económica se interpreta como una señal de fortaleza financiera y estabilidad, factores especialmente valorados por el mercado.
Por último, la elevada rentabilidad por dividendo del Santander se apoya en un balance sólido y una diversificación geográfica equilibrada. La fortaleza de sus filiales en Brasil y México, combinada con los buenos márgenes obtenidos en España y Reino Unido, garantizan una capacidad sostenida de generación de beneficios y, con ello, una retribución estable a largo plazo.
🎯 Dividendo Santander 2025: fechas, rentabilidad y fiscalidad, en tiempodeinversion.com